Confensiones de una Desconocida

Parte 7: RISAS

Más de un mes paso, más de un mes desde las últimas ves que te vi.

Hay beses en la que uno debe sonreír aunque se rompa por dentro, el tener que fingir que las palabras no te dañan en lo absoluto, aunque sea todo lo contrario.

Pero hay un límite para todo, y cuando uno llega a ese límite las palabras más hirientes y crueles ya no pueden dañar a uno.

Una persona ya no puede romper algo, que está más que destruido, o eso creí hasta que los conocí, realmente puede que tu propia familia te odie y los demás también pero ya no importa, ustedes me dieron esa fuerza y alegría que necesitaba.

La risa es la mejor cura para las penas por eso no dejes de reír "jamás" lo hagas, porque tu sonrisa es lo único que evita que mi derrumba.

25/11/15

Elise

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Luego de terminar de leer la carta el joven castaño sonrió ya que estaba cerca de descubrir quién era esa joven llamada Elise y ya tenía sus sospechas.

-Dipper- llamo su hermana mayor por 5 minutos -ven vamos a jugar, te apuesto a que no puede ser más rápido que yo- digo su humana con una gran sonrisa en su rostro.

-ya voy Mable, y claro que acepto tu reto hermanita - respondió el joven, pero ante de ir con su hermana guardo la carta una cajita bien forrada junto con las demás como si se tratara de un tesoro, inéditamente después de terminar se fue con su hermana a jugar pero aún tenía algo en mente y era en encontrar a su querida Elise.