Recuerdo ese mensaje que me mandaste preguntándome si estaba enojada.
Te contesté que sí lo estaba.
Me preguntaste "¿Por qué?".
No sabía que contestarte.
Al final te conteste que: alguien me había contado que tú solo me utilizabas.
Era mentira, pero solo quería oír si eso era verdad o solo era mi paranoia.
Me dijiste que: "eso no era verdad, que tú jamás me harías algo así".
Y yo te creí.