Capitulo 1

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365 días antes de la despedida

Con los auriculares puestos, Stelle repasaba mentalmente la lista de las cosas que habria de hacer cuando llegara a establecerse en su nueva vida.
Se preguntaba que tan diferente sería la ciudad, de su pequeño pueblo Dakota del Norte, porque obviamente no sería igual pero no sabia si podría soportar aquel cambio tan radical  Había vivido en Dakota durante toda su vida, o al menos 16 años de ella.
Mientras tanto, su mano blanquizca escribía sobre su diario personal: "Un día crees que tienes la vida solucionada y de repente tus padres deciden 'darse un tiempo', meses despues tienes que irte con tu padre porque tu madre esta empezando a rehacer su vida junto a alguien más, que a) no es tu padre y b)no te agrada". La pluma dejo de escribir ante el aviso de su padre diciéndole que ya habían llegado.
Su nueva casa era vieja, hizo un pequeño recordatorio de todas las peliculas de miedo que  empiezan con la chica rubia que llega a una nueva o mejor dicho antigua casa.
Y por si fuera poco, no tenia pivacidad, vivían en un vecindario. En Dakota sus padres tenian una granja y tenía mucho espacio para andar, incluso un lago para ir cuando nesecitaba refrescarse. Aquí, en Montana tenía suerte si el patio trasero había un jardín.
-Será divertido.- dijo su papá con enfacis. Ella dio un largo suspiro y llevo sus maletas dentro de la casa.- Tu cuarto está arriba, es la primera habitacion a la derecha.- le indico.
Con trabajo subio su maleta mas grandes por las escaleras. Cuando por fin se halló frente a la habitacion giro la perilla y ésta hizo un chirrido cuando la abrio.
La habitacion era enorme, tal vez el doble a lo que era su antiguo cuarto, estaba contenta por tener tanto espacio. Por fin algo bueno le pasaba.
-Stelle...- escucho decir a su padre desde el piso de abajo - ¿Me ayudarías a meter las damás cajas?
- Bajo en un segundo.- Respondió rápidamente. Camino hacia la enorme ventana que daba en dirección a la calle y observo con detenimiento, a la que seria su nueva vida.

***

-Vuelve acá mocosa de mierda.- le grita una mujer de unos 40 añod a Cam. Pero ella corria como si no hubiera un mañana, y cuando por fin creyó estar lo suficientemente lejos tomo su cámara y en el registro visualizo la ultima fotografía que había tomado, era la señora que hace un momento le gritaba, hurgándose la nariz.
No le había tomado la foto asi por morbosidad o por desprecio hacia esa mujer, a Cam le gustaba retratar a las personas en su momento más frágil, y aquella señora tan fornida solo se habia mostrado indefensa hasta ese instante, pero Cam olvido quitarle el flash a la camara y fue descubierta.
Ya estaba acostumbrada a tener que huir con su camara en mano.

***

Una vez que bajaron todas las cajas y maletas del auto, Stelle y su padre se dejaron caer en un viejo sillón en la sala principal, dejando caer una capa de polvo del mismo y tosiendo ante su presencia.
-¿Que opinas de tu cuarto?- dijo su padre con paciencia.
-Esta bien.- respondio encogiendose de hombros. Hubo un silencio incómodo, no solían pasar mucho tiempo juntos, ya que su padre trabajaba todo el día y cuando regresaba a casa, Stelle estaba demasiado agotada por practicar ballet por la mayoria de su tiempo libre.-Es mas grande que el otro.- dijo rompiendo la tensión
Su padre dio un largo suspiro.
-Esto va q funcionar- dijo colocando  su mano sobre el hombo de ella-. Vamos a estar bien.
Ella asintio, pero ninguno de los dos estaba seguro de ello, su madre era el adhesivo en su familia y sin ella tendrían que empezar de nuevo, primero comenzarían por conocerse, Stelld nisiquiera sabia donde trabajaba su padre y él solo sabia que a ella le gustaba el ballet. Su conosimiento aserca del otro era mínimo. Con su madre, Stelle tenía un vinculo muy unido que comenzó a quebrantarse hace unos meses.
-Escuvhe que en la ciudad hay un estudio de ballet.- dijo su padre y de repente el ambiente cambio. Stelle habia olvidado buscar un lugar donde pacticar.- Podemos ir a verlo hoy mismo...
Y antes de que su padre pudiera terminar la frase, Stelle ya estaba sobre él, abrazándolo y agradeciéndole. Él le correspondió el abrazo, y aunque concurrió rapido fue plasentero para ambos, la ultima vez que habian tenido una cercanía paresida, había sido en el cumpleaños de Stelle hace casi cinco meses.
Se montaron rapidamente en el Cadillac azul, en dirección al estudio de ballet.

***

"La ultima fotografia del día" se dijo asi misma Cam, y capturo a un joven sentado en una banca en el parque leyrndo, en el libro de podia ver el nombre de "agua de elefantes" trato de imaginar de que se trataba aquella historia y por qué aquel muchacholo leia con tanta insistencia, pero no podia detenersr mucho tiempo a pensar o no llegaria a lo que sucederia después.
Asi que se dio pof vencida y salio vasi corrioendo en dirrección a su casa para encontrarse casi frente a su propia muerte.
Si el padre de Stella hubiera hubiera volteado a mirat el nombre de la calle la hubiera atropellado, freno en seco cuando vi a esa curiosa y desprevenida pelittoja cruzar la calle pan papresuran aprdufaramente.
El corazon de can dio un vuelco, y lo primero que hizo fue toma r con fuerza su camara.
Si el padre de Stelle no hubiera llevado las llaves de de la casa ya en su bolsillo se hubiera detenido a buscarlas, si Cam no se hubiera dado por vencida para imaginar aquella historia no habría estado  tiempo para ese momento.
Cuando por primera vez, las miradas de Cam y Stelle se encontraron.

The SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora