DEUDA (Pausada)

Prologo ~Pasado~

Era una calurosa tarde de verano ahí debajo de un imponente cedro se encontraban dos niños.

- ¡hey! ¿Dime en que estás pensando?- dijo el varón de apenas unos ocho años.

- mira- la niña que no aparentaba más de 5 o 6 años apunto hacia una mansión que se regía a la distancia- desde aquí luce muy hermosa, ¿no lo crees así?-.

El niño dirigió su mirada hacia el lugar que la menor señalaba, suspiro para acto seguido mirar a su amiga.

-es una edificación impresionante pero no vine hasta aquí para admirarla-

- tu siempre tan serio como siempre- la menor sonrió.

- ¡¡prométemelo!!- exclamo el niño.

La infante se encontraba inmóvil, miro a su amigo fijamente y por el rostro de él pudo deducir que no le estaba jugando una broma además que él no era de esa clase de niños que se divirtiera haciéndole maldad a los demás; "prometer" "¿a que promesa se refiere?" " no puedo prometer algo que tal vez no pueda cumplir" estos y otros pensamientos más inundaban la pequeña cabeza de la menor, su mente la absorbió y lo único que fue capaz de regresarla a la realidad fue el tacto de las manos de su acompañante sosteniendo las suyas, un leve rubor subió por las mejillas de la niña.

- ¡¡prométeme!!- dijo mas como una orden y luego suspiro- prométeme que no formaras una familia; prométeme que esperaras mi regreso, porque en definitiva yo volveré por ti y cuando eso suceda... prométeme que formaras una vida junto a mí- soltó por último el niño.

la pequeña aun no salía de su asombro sabía que si pronunciaba algo el momento se arruinaría por lo que en lugar de articular palabra alguna se limitó a asentir para luego dirigir su mirada a la copa del cedro y después cerro sus ojos.

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cuando volvió a abrirlos el cielo antes pintado de rojo con naranja ahora se encontraba obscuro iluminado solamente por las estrellas platinadas y la resplandeciente luna, el viento iba y venía de una dirección a otra acariciando sus mejillas y quien en ese momento sostenía su mano no era su amigo.

-¡hermana! ¿Hermana me estas escuchando?- pronuncio una niña más pequeña que esta.

La más grande de las dos se asustó, se encontraba confundida no sabía cómo había sucedido todo... como una pequeña completamente desconocida para ella la llamaba hermana ni mucho menos por que la tomaba de las manos y la miraba suplicantemente.

- ¿Quién eres tú?- pregunto sin tapujos

- ¿Hermana te encuentras bien?- dijo confundida la infante.

Ahí iba otra vez, la pequeña la llamaba hermana; su cabeza comenzó a dolerle un poco y todo comenzó a darle vueltas, respiro hondo para calmarse. La otra menor miraba algo extrañada a su hermana ¨¿me ha desconocido? ¨ Se preguntó en su mente pero en segundos desvaneció esos pensamientos he imagino que debido a que la despertó a mitad de la noche es que ella se encontraba así.

- ¡¡hermana!! Lamento haberte despertado tan tarde- se señaló a si misma- soy Arlet, en verdad lo siento mucho por favor no te enojes-

-¿Arlet?- esa niña había usado el nombre de su hermanita, su mente hizo un clic- ¡¡¡Arlet!!!-

- hermana... yo lo siento- los sollozos de la niña se hacían cada vez más notorios.

- Arlet discúlpame, aún sigo un poco dormida ¿qué te sucede?-

- hermana no es por mí... es beru, se ha escapado por la ventana y ha venido hasta aquí; se ha subido al árbol y ahora no se puede bajar- pronuncio rápidamente la menor que al terminar tuvo que tomar una gran bocanada de aire.