Capítulo 1 (final)

115 19 5
                                    

Había una vez, una niña. Ella se llamaba Catherine, pero sus amigos imaginarios -los cuales eran unicornios- le decían Cat.

Ella tenía una seria obsesión con los unicornios. Era tanto esto, que Catherine no dormía, no comía, no respiraba, no prestaba atención por estar pensando en unicornios. O dibujándolos, o escribiéndolos, o bordándolos.

Hasta que un día, llegó Peeta y le lanzó un pan. Se fueron a Narnia y vivieron felices montando unicornios por siempre.

Fin.


Unicorn GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora