Hoy te he preparado unas galletas.
Las he dejado en tu casillero.
Tú cuando fuiste a abrir la puertita viste mi nota.
Hiciste una cara de confusión y lo abriste.
Miraste las galletas.
Sonreiste y las tomaste.
Te dirijiste hacía el cubo de basura.
Y las botaste.
Me destrozaste por dentro.