Sólo busco.

Colegio.

Mis hermanas mayores me dicen que debo disfrutar los años de Media, dicen que se arrepienten de el haber querido salir.
Aqui estoy yo en un colegio, en Media, lamentando que mi sala estuviera tres pisos arriba. Eso significaba que estaria 4 años subiendo y bajando demasiadas escaleras. Tal vez, solo pensaba en eso para distraerme, para no pensar en que quizás dónde me sentaría, con quizas qué personas.
Al llegar a mi sala, habia notado que mi estado fisico era un asco, solo habia subido 3 pisos y ya me faltaba el aire, -hay gente que sube edificios todos los dias sin sufrir- pensé. Me panteé la idea de salir a caminar o a patinar de vez en cuando.
Como siempre, toda la gente ya se conocía. Eso es lo peor, cuando todos se conocen, y tu apenas te conoces a ti misma.
Cuando entré lo primero que hice fue: buscar un asiento comodo, es decir, que me haga pasar desapercibida. Me habia dejado el cabello suelto. Mi cabello es castaño con algunas mechas más claras, al esposo de una amiga de mi madre le encantaba, estoy casi segura que era pedofilo. Me lo habia dejado suelto para que no pensaran que me preocupaba por mi apariencia. De verdad, quería pasar "piola".
Las mesas eran compartidas. -rayos -susurre, me acariciaba el cuello, nerviosa. Terminé en un asiento muy adelante, demasiado adelante y sola. Por suerte, unas 3 chicas y un chico se querian sentar juntos, y intercambiamos puestos. Termine sentandome el la columna 2, 3 filas hacia atras, justo detras de el chico. El chico tenia el cabello oscuro, casi negro y un poco largo, me parecio extraño ya que la mayoria se lo corta antes de entrar a clases. Y para que mencionar a las chicas si todas eran iguales: cabello largo, delgadas y pintadas. No es que tenga algo contra eso, es solo que... me gustaba la gente más original.

Había demasiado ruido, como si nadie se hubiera visto en milenios, como si quisieran poder hablar de su vida en minutos. En algunos casos era decesperante, escuchar chillidos en vez de risas, pero eso tambien lo envidiaba.
Una chica color leche de frutilla se sentó a mi lado, tenia el cabello corto, rubio y ruliento. Era muy pequeña, parecia muñeca. Aun que debo admitir que tampoco soy muy grande de tamaño.

-Me llamo Natalia, ¿y tu?. -Su voz era mas aguda de lo que esperaba, pero eso no le impedia sonar dulce. Me sorprendio lo rapido que trato de interactuar conmigo.
La mire algo nerviosa. Pense que como me hablo directamente a mi, o era nueva o no habia hecho amigos el año anterior.
-Luna. -trate de formar una sonrisa.
Inclino su cuerpo hacia mi.
-No te preocupes, nadie aqui muerde. Excepto por Carlos, -me apunto a un chico delgado y alto, que estaba usando su celular- el muerde.
-no se me habia ocurrido pensar que alguien mordia.
-oh, bueno. Son detalles.
Alguien alto, moreno, con el cabello muy corto, entró a la sala y la pequeña Natalia corrío hacia el.
-Feliiipe!
-liaa!
El la abrazo y dio una vuelta con ella. Dios, que dramaticos. Pero admito que envidio eso. Normalmente yo no tenia demasiado contacto con la gente, no soy "de piel", y esas cosas quiero cambiar de mi este año.
Siempre me pasaba que sentia el comienzo de primer dia de clases más largo. Normalmente siento que el tiempo pasa volando, que no alcanzo ni a sentarme y ya tocaron y hasta el profesor ya inicio la clase. Ahora sentia que se havia mas largo que nunca, estaba esperando al profesor, deseando que interrumpiera mi incomodidad.
Derrepente entro un adulto, el profesor. Hizo callar y nos hizo una introduccion de lo que iba a ser este año. El era profesor de historia. Se me iba bien la historia asi que escuche con atención. Si se hubiera tratado de matematica, uff no podria.
Me iba demasiado bien en historia, mi mamá me habia dicho que probablemente todas mis vidas anteriores estuvieron en momentos historicos, pero si fuera asi habria vivido muy poco tiempo. Los sucesos historicos pasan muy rapido. De un día para otro hay una tercera guerra mundial y luego de la nada hay una invasion zombie. Todo es muy rapido, es como si el mundo supiera que le queda poco tiempo.
Al termino de la primera hora Natalia tomo de mi brazo y me llevo corriendo a su grupo. Que grupo más extraño. Piensen en el grupo de "las ventajas de ser invisible", pero con una niña hipertactiva en el y un moreno, el tal Felipe, es como la version latina.
-Por lo menos no estoy sola- pensé.
Me hicieron bastantes preguntas, como: de donde venia, qué edad tenia, etc. Que por cierto tengo 14 años.
A la siguiente clase nos hicieron hacer parejas, parejas que durarian todo el primer semestre. Natalia se disculpo conmigo ya que se fue con Felipe, tampoco es que me importace mucho quedar sola. Finalmente, me quede con el chico que estaba sentado frente de mi, su grupo de amigas lo habia dejado solo, él solo se limito a apuntarles el dedo de en medio. Al parecer, su nombre era Pablo, curiosamente yo habia tenido un perro llamado Pablo y lo que lo hace más curioso es que lo llame así por que me gustaba un chico llamado Pablo. Pero, este Pablo no parecia de mi tipo, asi que todo bien. Ademas, no quería tener algun tipo de relación a los 14 años.
Durante toda la clase, hablé con Pablo. Me dijo que vivía solo con su madre, que tenia 16 años (había repetido unos cuantos años),le gustaba dibujar y lo hacia muy bien, me mostro algunos de sus dibujos, ¡era un experto!. Era extraño, hablaba de forma tan relajada, que hablar se hacia facil con el, incluso más que con Natalia.
Al termino de la clase decidí buscar donde comprar comida, nunca imagine que seria tan dificil. Al final, cuando llegue ya habian tocado y no pude comprar nada.
Al termino del día solo me quedaba llegar a mi casa y contar mi día a mis padres no presentes. Debo admitir de que no fue espantoso como yo pensaba. Hasta ahora la gente de mi curso parecía agradable.
Tome el autobus, significaba que el día dificil habia acabo. La verdad es que no se como habia llegado a este colegio, se encontraba muy lejos de mi casa.

Un chico con mi mismo uniforme se sento a mi lado, era peli-naranjo. Admito que eso me parecia interesante. Ademas, se veía mayor, más interesante. Me gusta fantasear, prefiero eso a tener una relación a esta edad tan feto. Me puse a fantasear que me hablaba, lo gracioso es que lo hizo.

-Eh!.
Mire hacia la ventana tratando de disimular que no lo escuchaba.
-pequeña -me toco el hombro. Lo mire, un poco sonrojada.
-Tienes una araña... en.. -me apunta abajo de mi cuello, ya saben, en el pecho. Di un pequeño salto con un grito ahogado, me quite la araña de golpe. Que verguenza, yo creyendome que de verdad me iba a hablar un chico. Agh.

Hola, si estas leyendo esto, ¡MUCHAS GRACIAS!. Esta es primera vez que me atrevo a escribir algo. Espero que me perdones por mi falta de ortogafia.♡♡♡♡ Se agradece las criticas. La historia sigue, no se preocupen.