Mi chofer- One Shot Wigetta Lemmon

Solo tú

Bueno pues la canción está a mitad de la historia, es para que la escuchen en la parte del Lemmon, y pues la imagen es una de ellos dos que calza perfecto para el fic <3 jajaja, lo prometido es deuda y espero que les guste mucho, pues me esmeré como pocas veces con este one-shot, para los que les salga error o algo la canción es "Haunted de Beyonce" (https://www.youtube.com/watch?v=M0k_i8PPM40)

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Desde hace mucho he sentido algo que jamás pensé en lograr sentir, empecé a sentir un amor doloroso, dulce, que me carcome por dentro y que muchas veces creo imposible, Estoy enamorado de un hombre, de Guillermo Diaz, para mi él es mi todo, mi luz, la sinceridad, honestidad, la parte dulce de mi vivir, la sensibilidad, amabilidad, timidez y humor, pero muchas veces he sentido... que detrás de esa persona dulce que yo conozco hay una persona llena de heridas cicatrizadas gracias a la vida, él me llena de anécdotas de su niñez, adolescencia y adultez, pero siempre en una parte de su historia un momento de silencio ocurre, un momento en el que se queda callado y su sonrisa se desvanece, puedo decir que he llegado a ser su mejor amigo, su segundo hermano mayor, aunque únicamente para el resto del mundo, yo solo sea su "Chofer"

Después de llevarlo a su trabajo y esperarlo hasta que salga cuantas veces no lo he visto feliz, triste, enojado, desesperado, Bien sea por un negocio bien hecho, o por uno fallido, cuantas veces no he visto su lado débil escondido detrás de la pared cuando en la soledad de su hogar llora mientras mira la foto de sus padres difuntos, él vive solo, en su propia casa, él es todo lo que yo puedo llegar a desear y...

Me siento minúsculo al darme cuenta que solo soy el que le lleva hacia su destino cada día, me siento minúsculo, minúsculo y estúpido por estar enamorado después de conocernos de esta forma, me siento impotente al sentarme detrás de la puerta de su alcoba mientras oigo sus gemidos en el otro lado gracias al llanto, pero hay veces, veces en las que me siento más importante que nunca, más feliz que nunca, cuando me trata como su mejor amigo, cuando tiene conmigo la confianza que no ha tenido con nadie, cuando me abraza agradeciéndome por estar en su vida, cuando sus ojos me miran y atraviesan mi alma, cuando sé, que no soy minúsculo, cuando sé... que soy todo lo que el tiene y que él es todo lo que yo tengo, y si solo con eso me siento feliz, pues hoy... Hoy ha sido el día en el que no solo me siento feliz, me siento especial, me siento lleno de amor, me siento como nunca me he sentido en toda mi vida ¿Como? pues...

...

Me desperté como de costumbre, en mi cuarto personal en el hogar de Guillermo que él me había dado, me bañé rápidamente y arreglé como de costumbre, mi traje negro, mi camisa blanca, y corbata negra, mis guantes blancos y salí del cuarto, cuando llegué al comedor preparé el desayuno y esperé a que Guillermo despertase, cuando salió de su habitación ya arreglado con un saco elegante largo, la camisa blanca medio abierta y pantalón negro no pude evitar fijar mi mirada en él, era simplemente espectacular su manera de vestir, cada día se veía mejor que el anterior

—Buenos días Samuel— Me saludo un poco desganado

—¿Que te pasa chaval? tienes cara de pocos amigos— Le dije mientras servia el desayuno

—Pues que me he quedado en mi habitación toda la noche haciendo unos papeles y unas presentaciones para hoy— Fruncí el ceño

—Pero tío, que te vas a salir durmiendo durante la reunión esa que tienes— Se encogió de hombros y seguimos comiendo. Hoy era la reunión esa de cada año en la que se demoraban como 10 horas, tomé las llaves del auto y salimos en dirección a la empresa, como siempre lo dejé ahí y me quedé esperando a la salida con el auto aparcado, salí del auto, fui a un restaurante y almorcé algo mientras miraba la hora, habíamos llegado aproximadamente a las 8:00 a.m a su trabajo, así que saldría a las 6:00 p.m, compré un sandwich grande y un jugo para que se los comiese después de salir del trabajo, cerré la puerta del auto, dejé la bolsa con la comida en el asiento del copiloto y me quedé sentado escuchando música a través de la radio, mirando redes sociales y fotos en mi celular, cuando menos me lo esperé Guillermo llegó al auto, miré el cielo, estaba oscuro, eran las 6:30 salí del auto y le abrí la puerta para que entrara en la parte de atrás, me quedé mirándole desde el asiento de adelante, tenía una cara horrible, estaba entre una mezcla de serio, enojado y triste, no me gustaba verle así