El temor había sido desplazado...
Ya venia sabiendo, pero esa mañana lo confirmo: claro debía pasar en la mañana.
Ahora la invadían grandes sentimientos de afecto que ni en su cabeza, ni en su naturaleza era normal sentir.
¡Mierda! Repetían neuróticas las voces en su cabeza "a esto si habremos de temerle, ¿que mas peligroso que una loca enamorada de otra?" es como el suicidio de la pluma que que cae lenta pero espléndida del árbol mas alto.
Pero como vale la pena verle. Utopía le llaman, utopía les llamaban.
Utopía; pero solo cuando estaban juntas, como el suicidio de la pluma.