House of cards ➳ Yoonseok

House of cards ♠

                  

Pelea tras pelea.

Golpe tras golpe.

Verte llegar bebido a altas horas de la noche solo buscándome para una sesión de sexo.

"Puta", "regalada", "zorra", eran tan solo unas de las pocas palabras por las cuales últimamente me llamabas solo al ver cómo le sonreía a alguno de nuestros amigos.

¿Cómo fue que llegamos a esto Yoongi? ¿Dónde se fue aquel chico que prometió amarme y respetarme siempre? ¿Todo eso fue una mentira? ¿Cuánto tiempo tengo que seguir soportando para que te des cuenta de mi sufrimiento?

Inseguro de nuevo, peligroso de nuevo

Tan malo (¿por qué?) nosotros, yeah

Aguantando más, resistiendo

Tan fuerte, fuerte, no podemos

-Jodido hijo de puta - gritaste al entrar al departamento que compartíamos juntos - ¿Cuánto tiempo planeabas engañarme con Jimin? ¡Responde!- me zarandeaste con fuerza mientras sentía como tus largos y delgados dedos dejaban poco a poco marca sobre mi piel.

Aguanté las lágrimas que luchaban por salir de mis ojos mientras soportaba el nudo que se formaba en mi garganta.

¿Por qué tenías que ser así conmigo?

¿Qué hice yo para merecerme esto?

Siempre te había sido fiel y aun así no era suficiente para ti.

-Y-yo - tartamudeé por el miedo podría llevarte algunos centímetros, sin embargo, esa diferencia de estatura era compensada con tu personalidad.

-Así que es cierto- vi una sonrisa formarse en tu rostro, pero no era la misma que me dedicabas al inicio de nuestra relación, no, esta era una sonrisa maliciosa, peligrosa, dolorosa.

-No, no, no - negué rápidamente.

El primer golpe de la noche llegó y fue justo en mi mejilla, después de ese, le siguieron muchos más, en mis costillas, piernas, brazos y hasta rostro. Te detuviste, yo estaba casi inconsciente y saliste de nuestro "hogar".

¿Dolía? Si

¿Lloraba? Quizás.

¿Lo soportaría? Solo por ti, como siempre lo haría solo porque te amaba.

Incluso si ya lo sabías

No podíamos detenernos

De ninguna forma, de ninguna forma, de ninguna forma, cayendo

Días después te vi frente a la entrada de mi universidad con un hermoso ramo de rosas.

Vestías con tu típica chaqueta de cuero, unos jeans rasgados y te encontrabas recostado en tu motocicleta, mientras tu cabello -ahora color rubio- se mecía con el viento.

Te acercaste a paso lento pero seguro a mí, yo sabía para qué venías, cuál era tu propósito y porqué me buscabas.

-Perdóname Hobi- me agarraste suavemente de los hombros y me miraste directamente a los ojos.

Yo jamás podría negarte nada, eras lo más preciado para mí.

-No tengo nada que perdonarte Yoongi- sonreí genuinamente al tenerte a mi lado