El Corazón de Lena

EL CORAZÓN DE LENA... EL PRINCIPIO DE UN FIN

- Hola cariño – Dijo Sergey sonriendo
- Hola papi ¿cómo estás? – Pregunto Lena
- Preocupado, no puedo permitir que estés así de triste y menos por Volkova
- Papá...
- No Lena sé que tienes fuertes sospechas de que Yulia te engaña y no pude soportar verte triste por ella cuando me entere fui amenazarla, estaba furioso tanto que apreté su cuello fuertemente y...
- ¡Dios santo, papá! – Dijo Lena asustada
- Perdón pero estaba furioso, ahora como te decía comencé a seguirla, para verificar tu sospecha y no sé si tomarlo como una desgracia o un alivio
- ¿Que sucede papá? – Dijo Lena tensa por la respuesta
- Ella no te engaña te ama más de lo que creí – Dijo Sergey

El rostro de Lena se ilumino y su corazón parecía dejar ir esa opresión que lo mantenía cautivo, el alivio regreso a su cuerpo y una bella sonrisa ilumino su rostro

- Ella no te lo ha dicho, pero se va un bar a tomar y el olor a perfume que trae impregnado es de una amiga ha estado apoyando su dolor en ella, llora con ella, bebe para olvidar un rato el que te estamos perdiendo – Dijo Sergey
- ¿Por qué no me lo ha dicho? – Dijo Lena
- No lo sé, pero aquí tienes el video – Dijo Sergey

Se veía a Yulia salir del hospital y dirigirse a la casa de su amiga, tras una hora de estancia se dirigieron al bar, Sergey tomo asiento a una prudente distancia para observar bien a la morena y su amiga Yulia tomo varios tragos y luego las lágrimas salían de sus bellos ojos pero las seco de inmediato

- Vamos Yulia toca algo – Dijo el barman
- No, no estoy de ánimo – Contesto la morena
- Anda tal vez te sientas mejor – La animo su amiga

La morena suspiro y se levantó hacia el viejo piano y comenzó a tocar una suave melodía tras pocos minutos golpeaba las teclas con furia y las lágrimas salían sin poder evitarlas, la mujer que la acompañaba la abrazaba con fuerza para que la morena desahogara su dolor

- Señor Katin sé que me sigue no sé por qué lo hace, pero si usted cree que engaño a su hija lamento decepcionarlo la amo con todo mi ser, con cada poro, con cada suspiro, lagrima, sonrisa, con todo lo que soy – Dijo Yulia sin verlo

El video terminaba y una Lena y Nastya estaban sorprendidas Lena sintió como un amor infinito corrió por su cuerpo se sentía culpable por desconfiar de Yulia, ella solo iba a sacar su dolor y frustración lejos de ella para a ella darle las más lindas sonrisas la tranquilidad que a ella le faltaba a veces, para darle solo lo mejor a ella

- Será mejor que me vaya esta grabación es de hace momentos e imagino que ella no tarda en llegar y no creo prudente que me vea aquí – Dijo Sergey
- Gracias papá, me has devuelto el alma al cuerpo – Sonrió Lena
- Haría todo por ti mi pequeña – Dijo Sergey besando la cabeza de su hija
- Luego voy a verlos a ti y a mamá
- Las estaremos esperando y discúlpame con Yulia – Dijo Sergey sonriendo

Tras diez minutos de que Sergey se fuera, llego Yulia el ambiente en su departamento se sentía diferente se sentía tranquilidad, paz, felicidad y eso la extraño sin advertirlo unos brazos rodearon su cuello y unos labios se posaron sobre los suyos

- ¡Yul! – Dijo Lena feliz
- Hola pelirroja hermosa – Dijo Yulia desganada
- ¿Que pasa mi amor? – Pregunto Lena

Yulia levanto la vista hacia Lena y vio que su rostro era diferente se veía feliz volvía hacer la misma de antes y sonrió débilmente

- Tu padre anda siguiéndome me siento mal por ello – Confeso Yulia
- Si, vino hace rato a decírmelo y a disculparse
- No sé por qué crea que te engaño, jamás lo haría Lena quiero estar el resto de mi vida contigo, tengo una amiga del colegio de Julieta y con ella voy a un bar a tomar un poco, pero no tengo nada con ella, lo juro
- Lo sé mi amor, ahora lo sé – Dijo acariciándole la mejilla
- ¡¿Tú también creías que te engañaba?! – Dijo Yulia sorprendida
- Es que tus llegadas tardes, tu olor a perfume y alcohol y esa llamada
- ¿Llamada? ¿Cuál llamada? – Dijo Yulia extrañada
- Cuando llego Nastya, hablabas con alguien le decías que no tenían ningún compromiso
- Era Trish, el dueño del bar quería que fuera a tocar el piano esa noche y le dije que no tenía ningún compromiso para con nadie y que no lo haría – Dijo Yulia
- Lo siento amor, pero es que lo decías tan bajo y no me habías dicho que ibas a tocar al bar
- Tampoco te molestaste en preguntar después de la llamada
- ¡Lo siento! Lo siento, perdóname