RIN
-¿Ya preparaste tu maleta?- preguntó mi padre entrando a mi habitación.
-Si, ya está todo listo.- dije con una sonrisa.- Pero, ¿cuando volveremos a vernos?
Mi padre dio un suspiro un poco apenado. ¿Acaso está tratando de decirme que nunca? Bajé mi mirada al suelo tratando de no llorar pero fue en vano; las lágrimas ya estaban saliendo de mis ojos.
-La verdad...es que no lo sé.- dijo tratando de sonreír. Tomó mi mano y depositó un suave y cálido beso.- Por favor, Rin, no llores.-
-Lo-Lo siento, solamente no quiero separarme de ti para siempre. - dije secando mis lágrimas. El me abrazó repentinamente, y yo lo abracé a él. Estuvimos unos segundos así y luego nos separamos.
Mi padre era lo único que me quedaba en el mundo ya que mi madre había fallecido hace unos años atrás. Él tuvo que ocupar ambos roles en mi vida, lo cual fue una tarea difícil pero al fin y al cabo, terminó saliendo bien: tengo una buena vida en todos los sentidos y todo gracias al gran esfuerzo que ha hecho mi padre en estos 16 años. Si hay una forma de agradecerle es aceptando la invitación que su amigo me propuso; pasar unos días en su mansión ya que mi padre tenia que hacer trabajos en el extranjero.
Al principio me rehusaba a ir pues no sabía quién era esa persona pero luego terminé aceptando. Solamente le pido a Kami-sama que me ayude y cuide a mi padre en todo su trayecto.
Miré por la ventana y observé una gran limusina negra esperando frente a mi casa. Observé nuevamente a mi padre para luego abrazarlo por última vez en quien sabe cuanto tiempo.
-Cuidate, Rin~chan.- dijo. Me bendijo y me acompañó hasta la puerta de la limusina.
-Adiós padre, no olvides escribirme.- dije antes de que el vehículo empiece a dar marcha. Lo saludé con mi mano mientras la limusina avanzaba haciendo menos visible la semblante de mi padre.
Suspire y tomé el crucifijo de mi madre el cual había heredado. Lo apreté entre mis manos para que me de suerte en todo lo que se me viene.
Observé por la ventana del vehículo el trayecto pero era todo... ¿bosque? A mi derecha había árboles igual que a mi izquierda. ¿Porqué alguien viviría en la profundidad de un bosque? El camino era largo, ya habíamos pasado casi 10 minutos y seguía viendo árboles. Tomé mi reproductor de música y empecé a escuchar música para calmar la ansiedad que tenía en esos momentos.
Luego de varios minutos, el vehículo se detuvo frente una mansión gigantesca. El chofer me abrió la puerta de la limusina y me acercó mis maletas. Cuando quise agradecerle al chofer por haberme traído, el auto ya no estaba. Tomé mis maletas mientras admiraba la gran casona.
Es muy grande. Podría caber todo un pueblo aquí, pensé en mi interior.
Caminé hasta la entrada de la mansión y toqué la puerta. Nadie abría. Toqué nuevamente y la puerta se abrió sola, como por arte de magia. Traté de ver quien me había abierto pero no había ni un alma. Entré de todas formas, pues me estaba helando afuera.
-¿H-Hola?- dije con cierto temor. Nadie respondía, parecía que nadie vivía allí. Dejé las maletas en medio de la habitación y llevé mis manos a mi pecho.- ¿Hay alguien aquí?- sentí un movimiento detrás mio. Giré mi cuerpo y observé a un chico de cabello azul descansando sobre un sillón. No lo había notado cuando entré, me pareció extremadamente raro que haya aparecido ahora.
Me acerqué hacia este chico y vi que estaba pálido. Tomé su mano pero estaba muy fría. ¡Esta inconsciente! Intenté buscar algún signo vital, pero no los hallaba.
-¡Dios! ¿Qué se supon- y como por arte de magia, me encontraba encima del muchacho. Abrió lentamente sus ojos y sonrió victorioso.
-Oe, eres muy ruidosa.- dijo y giró dejándome debajo de él. Mis mejillas empezaron a arder, esto era muy incómodo. Intenté liberarme de su agarre pero era casi imposible.
-¡Dejame!- dije pero tampoco lo hizo. El peliazul se acercaba más a mi, sentía su respiración cada vez más cerca de mi rostro. ¿Qué trataba de hacer?
-Ne~ Kaito~san, yo también quiero jugar.- oí una voz juguetona de no sé donde.
-Yo la vi primero, ¡es propiedad de Ore~sama!- dijo y me soltó. Me levanté y observé a la otra figura presente: un tipo de cabellos violetas atados en una coleta vestido con uniforme de un instituto que no conocía.- Oe, que pechos tan pequeños, ¿otra chinchinashi?
-¿¡Eh!?- dije nerviosa. Los dos tipos se acercaban más a mi y yo retrocedía hasta que choqué con algo.
-Teddy y yo queremos un poco también.- dijo una voz un tanto infantil detrás de mí. Di media vuelta y vi a un tipo de pelo blanco que sostenía un oso de peluche.
-¿Quiénes son?- dije asustada. Los tres tipos rieron de forma maniática provocando en mi miedo. ¿Dónde diablos estaba? Esto no está bien.
-Kaito, Gackupo y Piko, dejenla.- otro tipo que lucía como mayordomo apareció en las escaleras. Bajó las escaleras y se acercó a mi. Tenía una mirada fría y seria que me intimidaba.- ¿Quién eres y qué haces aquí?
-Me llamo Rin Kagamine.- dije tratando de lucir firme y segura.- Un tal Leon me ha invitado a vivir aquí por un tiempo...
-Uhm, no me habían informado de esto. Ven, trae tus maletas.- tomé mis cosas y lo seguí hasta una habitación llena de luces.
-¿Cómo has dicho que te llamas?- dijo sentándose en un sillón. Se colocó unos lentes y cruzó sus brazos.
-Rin, Rin Kagamine.- dije.
-Kagamine...- y de repente otro chico más apareció en la habitación, recostado en un sillón azul. Tenía los ojos cerrado, parecía que había tomado una siesta.
-¿Sabes algo de esto, Yuuma?- pregunto serio, sin cambiar su mirada hacia él. El antes mencionado, que al parecer se llamaba Yuuma, se levantó del sillón.- Dime todo lo que sepas, ya.-
-Esa persona llamó a la mansión para informar que vendría una nueva novia.- dijo aún con sus ojos cerrados.
-Más que una novia parece un sacrificio, ¿verdad Teddy?- dijo el de pelo blanco hacia su oso mientras entraba a la habitación junto con los otros dos.
-¿Sa-Sacrificio?- dije nerviosa.- ¿De qué están hablando?
-Tsk.- apareció otro chico, de pelo rubio atado en una pequeña coleta, apoyado en la pared. Dio un golpe en ella provocando un hoyo en medio.
-¿Quienes son ustedes?- dije con miedo. Todos pusieron su vista en mi: una mirada fría, llena de misterio. Quería salir corriendo de ahí pero no era capaz, estaba paralizada en medio de la habitación. Cada uno se empezó a acercar más a mi; específicamente a mi cuello. Estaba totalmente confundida, ¿qué era lo que querían?
-Si intentas huir será peor.- susurró uno de ellos en mi oído haciendo que me estremezca. Y fue ahí cuando entendí todo.
-Vam...piros.-
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Hmm, ¿ya se van dando cuenta quién es quién? ͡° ͜ʖ ͡° Debo admitir que escribir esto me divierte mucho, pero lo peor es cuando me quedo sin inspiración ;-;
Ahm, esto será parecido al anime en algunos aspectos. Ej: nombre de Teddy, "esa persona", etcétera. Veré si puedo modificar algo.
Espero que les esté gustando esta historia tanto como a mí :3.
Gracias por todo, SeeU.
