Los policías se acercaron corriendo al banco, había sonado la alarma antirobo. El banco estaba todo rodeado por coches de policía, era imposible escapar de aquel lugar, pero los policías no se había dado cuenta de algo. El coche de la derecha del todo no era de la policía, pero no se dieron cuenta por su gran camuflaje, era un coche del desguace y estaba escrito en las puertas "Polisia". Era imposible que lo descubrieran.
-Arriba las manos, márquense un bailecito y salgan tranquilamente.- espetó uno de los policías.
Dentro se encontraban Mr. Unicornio y el Señor Mapache, ambos llevaban un pequeño antifaz.
-¿Qué hacemos Señor Mapache?- preguntó nervioso Mr. Unicornio.
-Fácil, les distraes, salimos corriendo, giramos un callejón y nos quitamos los antifaces, no sabrán que somos nosotros.
-Bien dicho.- Mr. Unicornio se acercó a la puerta la abrió y dijo- Aquí esta la distracción.- se puso en posición de hacer un kamehameha, empezó a formarse una bola de energía y la lanzó. De esta salieron muchas mierdas de los colores del arcoíris, todas con ojos saltones y pequeñas bocas, todas ellas decían lo mismo al ser disparadas contra la policía.
-Wiiiiiiiii, wiiiiiiiiii, wiiiiiii, wiwiwiwiwiwiwiwiwiwiiiiiiiii.- las mierdas les dieron a los policías y Mr Unicornio y el Señor Mapache escaparon al callejón, se quitaron los antifaces y cuando los policías llegaron empezaron a silbar mirando hacia otro lado.
-Perdonen, ¿pero no habrán visto a unos ladrones con antifaz?
-Sí, se han ido por allí.
-Gracias.- los policías se fueron corriendo por el otro lado del callejón sin salida.- Lo han debido de saltar, es imposible que se hallan escondido.
Y así, mis queridos lectores, es como Mr. Unicornio se salvó de ir a la cárcel.
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Historietas de Eggsless
HumorUna serie de historietas random que tratan de unos personajes curiosos. Advertencia para los lectores. Se necesita una habilidad de reírse muy grande sobre situaciones simples.