Hace muchos, muchos años... en un
país muy lejano y triste...
Existió una enorme montaña de
piedra negra y áspera...
Al caer la tarde, en la cima de esa
montaña florecía todas las noches
una rosa que otorgaba la inmortalidad...
Sin embargo nadie se atrevía a acercarse a
ella pues sus numerosas espinas
estaban envenenadas.
Entre los hombres solo se
hablaba del miedo a la muerte
y al dolor pero... nunca de
la promesa de la inmortalidad.
Y todas las tardes la rosa
se marchitaba sin poder otorgar sus
dones a persona alguna...
Olvidada y perdida en la cima
de aquella montaña de piedra fría...
sola hasta el fin de los tiempos.