Todo se remonta a siete años atrás, con mi llegada al instituto. Primer día, de clase en un lugar nuevo, con compañeros nuevos, profesores nuevos, experiencias nuevas, un sin fin de cosas por vivir que se presentaban increíbles.
Mi primera aula fue 1°B, recuerdo a la perfección ese día. Eramos como 20 en clase, todos, obviamente separados en nuestros grupos del colegio, como no cabía esperar que fuera de otra manera. El sobrecogimiento que nos producía la ESO limitaba mucho, por desgracia, las relaciones sociales entre compañeros de clase, por lo menos por el principio.
Y ahí estaba yo, con 12 años, un canijo que se había visto solo en un lugar con gente extraña. ¿Qué más podría pasar?
Pasaron las primeras semanas de clase sin ninguna novedad, yo seguía en mi mundo, siempre fui muy tímido con la gente en general, de echo, cada vez que una chica me dirigía la palabra, mis mejillas se teñían de un luminoso color rojo. Pero que se le iba a hacer, así era, soy y seré, (aunque con el paso de los años lo haya ido disimulando muy bien) un chico más tímido que cualquier otra cosa.
Cierto día revoloteando por los pasillos, una compañera de clase me pregunto si tenía messenger. Mi cara fue un poema, y sus risas para explicarme que era eso también. Resulta que era una aplicación de windows por la cual podías mantener conversaciones instantáneas con la gente. Wow, entrada de lleno en el siglo XXI señores.
Ese mismo día por la tarde decidí que era hora de integrarme un poco, así que me hice una cuenta de msn con el típico nombre infantil que todos solemos inventar alguna vez. Al día siguiente mi compañera de clase hizo un grupo en el cual una amiga suya me llamó la atención. Creo que esa tarde fue la culpable de todo lo que me ha pasado a lo largo de los años. La tarde en la que conocí a mi primer amor. ¿Primer amor con 12 años? Sabes que es así cuando siete años después, la ves pasar por la calle y vuelves a ser ese niño tímido que eras cuando la conociste. Cuando es lo que más quieres y a la vez, lo que más odias en este mundo. Tu marca personal de heroína.

ESTÁS LEYENDO
Memorias de un Romántico
FantasyMétodo simple, útil y gratuito de desahogo de una mente quebrada por la sociedad y sus miles de estereotipos que, poco a poco, han ido matando los ideales de cuento de hadas.