Adolescente: es la partes mas trágica en la vida de un ser humano.

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Amber cumplía sus 15 años, no era de las típicas chicas que quieren fiesta, regalos y eso; ella quería ser feliz que sea un día inolvidable, estar con su madre, al menos solo ese día. Pero ese día se cortó completamente la ala derecha que le quedaba pues aquel ángel le cayó la mala suerte. Ese día su madre estaba muy feliz porque era uno de los cumpleaños más importante de su hija, pero todo se arruinó cuando ella viajando a casa tuvo un accidente de tráfico que la mandó a la cárcel; supuestamente ella había chocado el automóvil de un señor y él la había señalado de culpable pero no era así la verdadera historia sino que el señor se había pasado de semáforo rojo y chocó el automóvil de esta mujer culpándola de un delito e injustamente dijo: "Es una mujer, no sabe conducir", eso mismo fue lo que creyeron los policías. En ese mismo día le comunicaron acerca del accidente y al escuchar esto todos sus compañeros de clase la llenaron de críticas machistas. -¡Tu madre y vos son unas inútiles!-aquellas palabras le acompañaron el resto del dia. Luego de un día muy difícil llegó a casa y se quedó dormida no quería saber nada. Al día siguiente la madre la despertó pero muy tarde ya había perdido clases.

Un testigo del accidente había decretado la verdad sobre el accidente y así a su madre pudo estar en libertad, le explicó eso a su hija y se retiró porque no podía perder tiempo de trabajar mientras ella se quedó tirada en la cama pensando que será de ella en la vida. Aunque su madre se sacrificaba en trabajar casi todos los días eso solo bastaba para las necesidades básicas y ni así podía tener una vida con lujos.

Un día salió a caminar porque sabía que así despejaría su mente y entre miradas curiosas encontró una puerta con secta satánica y la curiosidad de aquel significado embargaba en ella, entonces decidió entrar para explorar. Su primera impresión fue la música melancólica y a su vez tenebrosa que estaba de fondo y al llegar al club habían varios adolescentes, se le acercaron unas chicas con intención de asustarla y le preguntaron quién era ella y qué hacía allí, ella no contestó, miró hacia un lado y vio a un chico muy simpático que se le acercaba y justo en en ese momento sintió que todo su mundo se derrumbaba; es como si hubiera estado volando con aquella ala izquierda que le quedaba y de pronto un flechazo la atravesó pero no, era tan solo su corazón que palpitaba aceleradamente. "-Hola linda, ¿a qué has venido?"- David le preguntó sin que le haga falta aquella sonrisa que a las demás las volvía locas y claro ella no era la excepción. "-ho-hola, solo pasa por curiosidad"- esa fue su respuesta y desde ahí establecieron una conversación más o menos amigable. El le explico que era un grupo satánico que se encargaba de reprimir en grupo sus sentimientos y que entre todos se ayudaban, y así es como poco a poco se estaba encaminando a un mundo en que pronto se convertiría en la peor pesadilla.

Amber se había unido a los bloods y su reunión eran todos los sábados sin excepción alguna. La madre no sabía de aquel grupo ni de las acciones secretas vinculadas con el muchacho David ya que estaba demasiada ocupada en el trabajo y a su hija se le hizo costumbre no confiar en nadie ni en su propia madre. Ella trataba de no levantar ninguna sospecha que se alcoholizaba, fumaba, se drogaba y se cortaba para no preocuparla, por lo tanto ella se lo aguantaría todo.
David aparentaba ser cariñoso y también le obsequiaba a Amber pequeños detalles que para ella significaron mucho. Así fue como la enamoró y así el marcó en su memoria el primer beso que jamás olvidaría, que sucedió en la fiesta de bienvenida mediante el transcurso de una película de terror; y por supuesto, eso la volvió loca. Pero nada de eso se podría comparar con la declaración de amor que le hizo en la noche de Halloween, pues en un obsequio que regalo era una cadena y en ella tenía un frasquito pequeño con la sangre de David; con letras grabadas en el frasco que decía "Tú eres el ángel por la cual moriré" junto a la cadena apareció una nota que le pedía ser su novio y una rosa negra. Al leer y ver esto Amber dejo a lado su regalo, lo abrazo fuertemente como nunca jamás lo había hecho y lo beso como si el mañana lo hubieran declarado extinto. Susurro: "Si, quiero ser tu novia". En aquella frase se escondía un amor inimaginable; ella lo amaba porque era el primero y ella desearía que fuera el último. En esa misma noche hicieron el rito de alabación al dios de la muerte y cada persona tenía que dar su sacrificio que era cortarse la piel de alguna de las extremidades de su cuerpo y no era cualquier corte; era una incisión profunda y la sangre que derramaban era depositada en una vasija y eso era entregado al dios. Algunas de las incisiones que se hacían eran muy peligrosas y en algunos casos hasta mortales, por eso había que tener mucho cuidado. Si tu realmente amabas al dichoso dios debías cortarte más de una vez y era preferible que fuera con su nombre "Deadgod", solo los extremistas o jefes del grupo blood lo hacían pero claro era opcional. En aquel lugar sangriento estaban los dos con un bisturí en mano y con el deseo de tomarse toda la sangre llena de amor y pasión que derramarían, entre dudas de que hacer con la herramienta dañina decidieron escribirse el nombre de su pareja; ella se cortaría con el nombre de David y él de Amber, y así fue; derramaron tanta sangre que lo vertieron a un frasco grande a sus sangres combinadas.

Levántame de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora