¿Aferrada?

Asi comenzó todo...

Bien les contaré como fue que lo conocí. Yo entraba al segundo grado de Kinder, era mi segundo año en esas misma escuela claro. Recuerdo tanto mi mochila morada, siempre iba peinada de dos coletas, y mi mamá me dejaba en la puerta. Después de la formación todos fuimos a los respectivos salones, fue entonces cuando lo vi, tenía su cabello de un color dorado, unos ojos cafés claros, casi ámbar, y un poco gordito. Nunca antes lo había visto, pero el no estaba en mi salón. Con el paso del tiempo, lo observaba cada vez más, todos los días antes de entrar al salón, cuando jugaba con sus amigos a la hora del receso. Hasta que un día, lo recuerdo perfectamente, yo estaba caminando en busca de mis amigas, y sentí que un balón llegó hacia mis pies, lo recogí y entonces apareció.
-Disculpa, creó que le pegamos algo fuerte- Dios Mío! Era la primera vez que me hablaba, era mi oportunidad, tenía que saber su nombre.
-Oh! No te preocupes toma aquí tienes...- Dije entregándole el balón de fútbol y esperando que me dijese su nombre.
-Aarón, mi nombre es Aarón, mucho gusto- Contesto estirando su pequeña pero más grande mano a comparación de la mia.
-Me llamó Emily- Dije y estreche su mano.
Quien podría decir que con algo tan pequeño como un saludo, una persona pudiera sentir algo tan grande y especial, como lo que siento yo.
Al pasar de los días, poco a poco, hablábamos y conviviamos mas. Hasta que un día empecé a sentir algo más que simple amistad hacia él y supongo que fue eso lo que me complicó la vida.

No se como antes no pude notarlo, todas las señales estaban ahí, justo al frente de mi, si tan sólo hubiera podido evitar sentir tantas cosas por él, absolutamente todo estaría bien ahora.