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 Aun recuerdo la llamada que cambio mi vida, nunca la olvidare.Ella era mi todo, y ahora se ha ido dejándome sola, aun recuerdo resbalar miespalda por la pared aun llorando y sin comprender por que Dios se la llevo, todopor que iba discutiendo conmigo por teléfono, se fue sin despedirse y enojadaconmigo aun puedo escuchar el horrible grito y el temible sonido de los fierroschocando el uno con el otro.Mi madre había muerto dejándome con la culpa.Y ahí estaba yo, sintiéndome fatal... incompleta, en la casa de la única familia queme quedaba mi tía Beth y mi prima Briana me encontraba en la sala sentada en elsofá sin entender las imágenes que se proyectaban en el televisor.

-¿Mia? –Me llamo mi tía cuestionando mi nombre –Alguien te busca.Preguntándome quien podría ser me levante y fui hasta la puerta al ver a la personaparada frente a mi fue imposible no sorprenderme, era la persona que me habíaabandonado desde hace mucho tiempo, mi padre.

 -¿Puedo pasar? –cuestiono, abrí la puerta un poco mas para que pudiese pasarcaminando hasta la sala que estaba sola ya. 

-¿Qué haces aquí? –cuestione confundida. 

-Vengo por ti, cuando tu madre y yo nos separamos hablamos sobre la posibilidadde que esto pudiese suceder y acordamos en que si pasaba tu te quedarías conmigo–dijo mirándome con atención.

-¿Qué te hace creer que necesito de ti después de 14 años? –le pregunte con unnoto frió. 

-Tienes que hacerlo, yo me haré responsable de ti ahora –dijo acariciando micabello. 

-No tienes ni la menor idea de quien soy, que es lo que soy no sabes nada sobre misolo déjame decirte una cosa si no fuera por que es un acuerdo entre mamá y tu noiría contigo ni a la esquina –dije quitando bruscamente su mano de mi mejilla paraluego caminar hasta mi habitación y hacer mi maleta.

Despedirme de mi ciudad no fue fácil debo decir, de mis únicos y pocos peroverdaderos amigos tampoco lo fue, y de la única verdadera familia que me quedabamenos, y ahí iba yo en la parte trasera de la camioneta de mi adinerado padredirecto a mi nuevo hogar el pueblo de San Clemente, California el lugar donde mipadre vive junto a su familia.Al llegar a su mansión me pude dar cuenta que a lo que se mi padre sigue siendo elhombre mas rico del pueblo, un hombre me ayudo a bajar mis maletas en lo que yoentraba a lo que seria mi nuevo hogar.

-Bienvenida –dijo el sonriéndome, eché un vistazo rápido sin apreciar realmentecon detalle. 

-¿Dónde será mi habitación? –cuestione sin interés alguno. 

-Mo muéstrale su habitación –ordeno mi temible padre al señor de traje elegante, elasintió y comenzó a subir esas hermosas escaleras iba detrás de el hasta llegar a lahabitación, era enorme con algo de rosado en el muy espacioso y una enorme camame lance en ella y sin darme cuenta ya estaba en un profundo sueño.Al despertar baje y comencé a caminar y sin conocer la casa llegue hasta la cocina,me encontré con un rostro nada familiar era un chico, de cabello largo castaño rizado yuna mirada dulcemente color esmeralda , con un tono de piel blanca muy atractivodebo decir.

 -¿Dónde esta John? –pregunte a aquel desconocido. 

-En su oficina –dijo con la boca llena, de aquel apetitable sándwich. 

-¿Dónde queda? –pregunte un poco apenada. 

-Vete por este pasillo, la ultima puerta color marrón –dijo apuntando con la mano elpasillo 

-¡Espera! ¿Eres la hija de John? 

-Em, si ¿Por qué? –cuestione. 

-No por nada, nunca menciono que fueras tan linda –dijo mirándome con detalle,me sorprendí al oírlo decir eso y sin mas me fui en busca de mi señor padre. 

-¿Dormiste bien? –pregunto sin quitar la mirada de aquel periódico. 

-Si, gracias –dije sentándome en una de las sillas que estaban frente al escritorio 

–Sino te importa me darías algo de dinero, quiero comprarme algo de ropa. 

-Claro le diré a mi chofer que te lleve a las mejores tiendas del pueblo, y esta tarjetaes tuya ya tiene el dinero necesario –dijo dándome una tarjeta dorada en mano. 

-Gracias, pero no es necesario que me lleve nadie puedo caminar –dije poniéndomede pie. 

-¿Siempre será así? –cuestiono mientras yo caminaba hasta la puerta, al escucharla pregunta me confundí un poco y regrese mi mirada a el. 

-¿Cómo así? 

-Nunca me darás un beso de despedida, me dirás que me quieres antes solíashacerlo –dijo bajando sus lentes hasta su nariz para poder mirarme. 

-Antes todo era diferente –dije seria. 

-Solo quiero lo mejor para ti, si te dejaba allá no tendrías nada conmigo tendrástodo lo que quieras y necesites –dijo mirando esperando que lo comprendiera. 

-Pero yo no necesito un papá –dije. 

-¿Qué quieres decir con eso? –pregunto arrugando su frente. 

-Eres un buen papá pero no un buen padre y yo quiero que seas mi padre no mipapá, el dinero no siempre hace la felicidad. 

Me di la media vuelta al darme cuenta que el se había quedado sin palabras, salí dela casa y comencé a caminar sin rumbo fijo y la brisa marina me hizo detenerme,ahí estaba la playa así que me quite esos desgastados tenis y comencé a caminarpor la suavidad de la arena hasta llegar a la parte húmeda de esta y sentir como elagua apenas llegaba a tocar la punta de los dedos de mis pies, cerré los ojos ycomencé a recordar cuando mamá y yo íbamos a relajarnos a la playa y solíamoshacer eso, sentir como la salada agua tocaba la punta de nuestros pies por algunarazón nos encantaba esa sensación. 

De repente caí repentinamente al suelo, y al abrir los ojos unos ojos color azul queme miraban con preocupación, toque mi cabeza solo para percatarme de que aunestaba en la realidad pues aquel chico que me miraba tan de cerca era hermosopuedo decir que parece un ángel su piel pálida con unos labios rojizos, cabellorubio y esos hermosos ojos color cielo con una mirada tan calida.  




Hermanastro-Harry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora