Capítulo único

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Suspiró aburrido por todo lo que ocurría. Era un fastidio estar ahí un miércoles, después de todo, mañana también trabajaba.

–¡Gracias a todos por estar aquí chicos! –Ahí estaba Naruto con una resplandeciente sonrisa en su boca. –¡Vamos a brindar dattebayo!

Así como el rubio, todos levantaron las copas en alto. Era el día en que nombraban a Naruto jefe de la empresa y el muy idiota no pudo esperar a que llegase el fin de semana para celebrarlo. No es que los demás estuviesen en desacuerdo como él... Al parecer era el único amargado ahí. Tal vez Itachi tenía razón, tal vez era un aguafiestas después de todo.

Su negra mirada se posó en un lugar muerto y luego, inconscientemente la miró.

Nada fuera de lo normal.

Luego de unas copas y tragos se encontró a si mismo apoyado en la barra del bar. Giró su cabeza intentando reconocer a alguien y solo la vio a ella unas sillas más al lado. Los demás estaban demasiado concentrados en bailar.

La mujer se había sobresaltado, y fue consciente de que nunca la dejó de ver. Algo lo impulso a sentarse más cerca de ella, estaban completamente ebrios; el ambiente se instaló, solo casualidad.

Y ahí sucedió: puso sus ojos en ella.

.

Un asqueroso dolor de cabeza lo despertó casi matándolo. Quiso ver la hora, pero cuando estiró la mano no pudo encontrar su móvil ni mucho menos su reloj de mesa. En cambio, reconoció lo que serían unas bragas femeninas sobre el mueble a su lado y abrió sus ojos de golpe.

Junto a él, ahí tapada apenas por las mantas desarmadas de aquella cama desconocida, durmiendo plácidamente estaba ella.

Hyūga Hinata.

La destapó un poco solo para comprobar que ella estaba tan desnuda como él y sus peores terrores se hicieron reales.

¡Se había acostado con ella!... Si de algo estaba seguro era que la había cagado.

Ahora, ¿qué se suponía que debía hacer? Él jamás había tenido que pasar con algo como aquello, todas las mujeres con las que había estado tenían claro que todo sería de una noche. Aparte, ni siquiera las conocía ni ellas a él; en cambio, Hyūga Hinata era una especie de "compañera" y al menos sabía quién era y dónde ubicarlo.

No quería involucrarse con alguien del trabajo, mucho menos si se trataba de una de sus "fans".

Y él no conocía a Hyūga Hinata como para saber si era una acosadora o no. Apegó sus manos a su rostro, ¿cómo pudo haber sido tan idiota? Aún, lo más seguro es que ella se ilusionase con tener algo serio, casarse y tener muchos hijos. Algo que Uchiha Sasuke no estaba dispuesto a dar aún.

Con su mirada buscó lo que claramente faltaba en la escena. ¡No habían usado protección! Su estupidez no tenía límites. Si la mujer aparecía embarazada...

–Hmm... –Ella había suspirado, él se congeló en el acto.

¡Demonios! Estaba despertando y sus posibilidades de haber escapado con eso. Estaba preparando decirle que francamente no le interesaba en absoluto, que había cometido un grave error y que nunca, jamás en la vida se repetiría. Sí, sería cruel, pero eran las medidas necesarias después de todo.

Esperó a que ella asimilase lo ocurrido; al igual que él se agarró la cabeza por el dolor y cuando lo vio no pudo evitar la sorpresa en sus facciones. Él se mantuvo serio esperando que ella estuviese consciente al momento de escucharlo pero fue ella la que lo dejó sin habla.

Condenados a enamorarnos [SasuHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora