Mía.
Estoy aquí, esperando a que la marcha nupcial comience a tocar para así, poder caminar hacía el altar y llegar al lado del hombre que amo.
Ese hombre que estuvo a mi lado desde pequeños, ese hombre que me vio llorar y me consoló, ese hombre que me estuvo en los momentos mas difíciles, ese hombre que sin saberlo, es mas de lo que piensa en mi vida.
La música comienza a sonar, el silencio es demoledor, solo puedo escuchar el increíble sonido.
La gran puerta de madera frente a mi es abierta y me siento aturdida por unos segundos.
La atención esta centrada en mi, en cada movimiento, gesto y me siento vulnerable, me siento tan vulnerable como aquella noche en la cual mi vida cambio.
Giro mi rostro y observo al hombre culpable de todo esto, mi padre.
Su brazo es flexionado y me mira con una sonrisa, ¿cómo puede sonreír en una situación como esta? ¿Cómo puede no tener ni un poco de remordimiento? ¿Cómo no va a detener esta locura?
Doy una sonrisa forzada y enredo mi brazo con el suyo.
Mis manos tiemblan y aprieto el ramo de rosas blancas que tengo en mi mano, contra mi cuerpo.
Sacando fuerzas de lo mas hondo de mi ser, doy el primer paso, el segundo, el tercero y el aroma a diferentes perfumes llena mi fosas nasales.
Observo a cada uno de los presentes, alguna personas sonríen felices, otras me observan con envidia, otras simplemente son indiferentes y por un momento me siento la atracción de un circo.
El hombre que amo me espera al final del altar y deseo con toda mi alma correr hacía él, abrazarlo y escaparnos de aquí, donde no existan familias, donde seamos solo nosotros, donde pueda amarlo sin errores.
La cara de mi novio se vuelve perfectamente nítida y una sonrisa de felicidad adorna sus labios, aquella sonrisa que me regalo el día que acepte ser su esposa.
(1 Año antes. . .)
-Solo puede responder con un SI o un NO ¿Esta bien?
-Esta bien -respondí
-Si o No.
Rodeé mis ojo aunque él no podía verme ya que me había vendado los ojos.
-Si.
Sentí como estacionaba el auto y abría la puerta bajando de el.
-¿Recuerdas cuando teníamos cinco y un niño rompió mi auto de carreras? -pregunto él en tanto me ayudaba a bajar del auto.
Reí.
-Si.
-¿Recuerdas que tu estuviste todo el día intentando arreglarlo?
-Si -dije sonriendo aún mas.
Amaba con toda mi alma que recordara esas cosas.
-Ese día me enamore de ti -susurro abrazándome por la espalda y ayudándome a caminar.
-Yo . . .
-Shhhh recuerda, solo debes responder con un si o un no -me interrumpió.
Suspire divertida.
Jack me abrazo por la cintura y apoyo su barbilla en mi hombro.
-Cuando tenía diez perdiste a tu perro. . .
-Si -respondía al ver que esperaba mi respuesta.
-Estuve toda la noche mirando por mi ventana para ver si podía verlo, no me anime a salir a buscarlo -confeso y sabía estaba sonriendo.
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Acepto (COMPLETA) ©
Romance-Mía Tompson ¿Acepta usted por esposo, a el señor Jack Martis? Mi vida cruza ante mis ojos en cuestión de segundos, y en cada escena, Jack ha estado allí. Inhalo y exhalo aire unas cuantas veces antes de responder, deseando con todas mis fuerzas no...