you're killing me right now.

sus labios.. mi perdición.

luego de ver a Sam ahí, mi mente empezó a imaginar muchas cosas, y yo sólo pude reaccionar en dejar las tazas en mi escritorio y empezar a pensar en qué hacer.

obviamente no querría despertarlo, se le notaba lo cansado que estaba. 

"¡ya sé! "  pensé, tenía la mejor idea del mundo. 

me acerqué con cuidado a Sam y lo intenté tomar con cuidado de no despertarlo, ya cuando logré hacerlo, lo llevé directamente a mi cama y lo abrigué, le saqué sus zapatos con leve plataforma, dejándolos junto a la cama.

dejé su taza cerca de él, en la mesita de noche y me dispuse a terminar el trabajo mientras tomaba de mi chocolate, cada cierto tiempo me giraba a ver si Sam había despertado, pero él dormía como un angelito. 

al momento de terminar mi chocolate ya había terminado el trabajo, me preocupé de guardar todo en su lugar y me senté en mi cama, al lado de Sam. 

me quité los zapatos y me acerqué a él, viendo como su pecho subía y bajaba suavemente, viendo sus hermosos ojitos cerrados, y esos labios. 

sus suaves, tiernos y carnosos labios color rosa pálido. 

esos labios que moría por besar, esos labios.. que podría besar sin él darse cuenta ahora mismo...

"vamos, son muy lindos, no puede ser malo.." pensé, viendo sus labios entreabiertos, como invitándome a juntarlos con los míos, como incitándome a hacer cosas perversas.  

entonces, lo cogí suavemente por la barbilla, acercándolo a mi, acortando cada vez más la distancia entre nuestros labios.. 

"d-daddy..." susurró.