Prólogo

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Un golpe a la puerta.
-¡Eddie! ¿Puedes abrir? Scott no quiere dejar de llorar-
El marido se levantó del sofá y bajó el volumen de la TV. Abrió la puerta.
Un disparo. El gran cuerpo del hombre cayó pesadamente al suelo.
-¿Eddie?- La mujer baja escandalizada las escaleras. Suelta un grito estridente al ver a su marido en el suelo.
-Adiós Margaret- Le dice una voz.
Otro disparo.

Se escucha vagamente el llanto de una criatura desde el segundo piso de la casa. Un hombre grande decide investigar. Lo que encuentra es un pequeño bebé en su cuna mientras lloraba desconsoladamente.
-Hey pequeño bebé- le decía mientras hacía mimos e intentaba calmarlo- Todo está bien, tranquilo-
-¡James! ¡Debemos irnos! ¡Apresúrate!- Le gritaba lo que parecía su jefe desde abajo.
-¡Claro!- Respondió mientras levantaba al pequeño bebé y lo ocultaba bajo su chaqueta -Debes guardar silencio si nos quieres a ambos vivos ¿Si?- El bebé pareció hacer una pequeña señal de asentimiento y James se dirigió escalera abajo para reunirse con sus superiores.

El InquisidorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora