Min YoonGi era un estudiante destacado de la secundaria mas prestigiosa de todo Seúl, su especialidad ante todo era la escritura, siempre andaba con su cuaderno con tapa de cuero bajo el brazo en el cual tenia sus apuntes para su proxima obra que se publicaría ese año. YoonGi era un chico reservado, tenia muy pocos amigos y solo habia tenido una novia en toda su vida, pero eso no le importaba, solo estaba interesado en su mundo de la escritura, ahí siempre se sumergia en historias de amor, suspenso y drama, sin necesidad de hacer mayor esfuerzo del que hacia ocupando su imaginación y dejandose llevar por esta para escribir una nueva obra en su querido cuaderno.
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Park Jimin era un chico muy cerrado, era demasiado tímido y ademas era antisocial, el nunca se habia fijado en otra persona de la forma en como se habia fijado en Min YoonGi, el amaba todo de el, pero estaba mas que seguro que el contrario no correspondia en sus sentimientos, pensaba Jimin, -¿Cómo alguien tan lindo y exitoso como el se fijaría en mi?, susurró con desgano el chico castaño al mirar al rubio al pasar por uno de los pasillos de la secundaria.
YoonGi caminaba deprisa por los Largos pasillos hasta llegar a su sala y al verificar que estaba vacía, entró cansado, se sentó en su puesto y comenzó a escribir nuevamente. Las ideas no venian a su cabeza, la inspiración nunca llegaba, que te estara pasando YoonGi, pensó el rubio con algo de preocupación, el libro estaba casi listo pero solo le faltaba el final, la historia se trataba de un amor no correspondido y oprimido por la sociedad, como dos almas gemelas anhelaban por unirse pero se les impedia hacerlo. YoonGi cayó cansado sobre la mesa y trató de dormir un poco para que sus ideas se refrescaran, pero derrepente escuchó la puerta del salón, y ahí estaba, su fuente de inspiración... Park Jimin, el Chico en el cual habia basado su historia. Hace unos meses el rubio habia empezado a tener sentimientos hacia el adverso, pero no quiso declararlos a causa de su gran vergüenza y nerviosismo al verlo, por lo que opto declararse de una forma mas sutil, a través del libro.
Jimin caminó con nerviosismo hacia su respectivo asiento, sintiendo como los penetrantes ojos cafés de YoonGi lo miraban expectante, y al sentarse este, repentinamente se escucha el veloz movimiento del lapiz del rubio dando a notar que su inspiración nuevamente habia llegado.
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Paso casi una semana desde aquel suceso en el salón de clases y el libro en el cual estaba trabajando arduamente YoonGi, ya estaba finalizado y se podia encontrar en la biblioteca de la secundaria. Jimin no lo pensó dos veces y fue a pedirlo para leer lo que el chico que tanto amaba y admiraba habia escrito; y justo como se lo esperaba, el libro era hermoso, tenia una excelente redacción y la historia en si era muy conmovedora y emotiva, pero lo que no se espera Jimin era que la nota del autor dijera lo siguiente:
"Enamorarse es inevitable, como respirar; es parte de nuestra vida, y cuando nos pasa es como lo mejor del mundo y nada mas importa excepto esa persona especial que hace que tu corazón lata mas rápido como si en cualquier momento quisiera salir de tu pecho, o te hace querer correr hacia ella y sumergirte entre sus brazos, embriagandote con el dulce perfume que emite su cuello, siendo esta la mejor droga que podrias haber probado en toda tu vida y que cada vez necesitas más y más, haciendo que esta persona sea aun más indispensable en tu vida y algo importante en tu mente y corazón. El amor simplemente fluye por tus venas y todo es color de rosa y simplemente sonries porque si....
Hace mucho tiempo que me estoy guardando esto y mi corazón ya no resiste más, necesito saber lo que sientes, necesito que me ames.. igual como yo te amo Park Jimin, ¿Quieres que nuestra historia juntos sea como la de este libro? ¿Quieres estar a mi lado pase lo que pase?... aunque la sociedad, el tiempo o lo que sea quiera separarnos no podrá... porque desde hoy, si aceptas los sentimientos de este torpe escritor innato prometo que seremos uno, solo uno de aqui a la eternidad.."
Jimin solto algunas lágrimas y cerró el libro con una amplia sonrisa en su rostro, pero la sorpresa aun no terminaba, YoonGi al ver que el castaño habia leído su libro, se armo de valor y fue hacia el y lo abrazó con suma ternura haciéndole sentir todo su amor y cariño. Pasó un rato y lo alejó algunos centímetros de el para asi ver el hermoso rostro del mas bajito.
Y, ¿que dices? ¿aceptas? -dijo YoonGi algo temeroso de que la respuesta del adverso fuera un rotundo "no"- Obvio que si, te amo YoonGi, te amo tanto que llega a doler mi pecho -respondio Jimin conmovido por toda aquella sorpresa-
Te amo Jimin...
Te amo YoonGi...
Y sellaron ese juramento con un casto y puro beso, con el cual unieron al fin sus almas, convirtiendolas en una sola y para que así nada ni nadie en el mundo pudiera separar este verdadero y puro amor.
