Capitulo 4

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Narra Jungkook.

10.30am

No me sentía del todo bien. Parecía que en cualquier momento mi cabeza podría estallar.

¿Cuanto tomé anoche? ¿Como habré llegado?
¿Habré hecho algo estúpido?

Preguntas como esas recorrían mi mente a pesar de lo mucho que esta doliera.
Comencé a sentarme en la cama, ya que estaba recostado.
Frente a la cama había un papel de color rosa pegado en la pared, que divise en seguida ya que la pared de mi habitación es blanca.

Despacio, me paré de la cama y tomé aquella nota que estaba pegada en la pared.

"JUNGKOOK"

Estaba escrito en la parte de adelante y como estaba doblada al medio la abrí para poder leerla.

"¡¡Demonios hermano!! ¿Puedes darme un explicxación? ¿Que hiciste ayer, que bebiste tanto? ¡¡Dios!! No te salvaras de ser regañado, iré a tu casa en la tarde y cuentame todo. sin excusas."

Por como me trataba supe que era cosa de mi hermana.

¿Ella me habrá ido a buscar? ¿Me habrá traido hasta aquí?

Mi cabeza mataba.
Llegué a la cocina como pude y preparé un café, eso bastara para eliminar un poco de esta terrible jaqueca.

Me abrigué, ya que estabá haciendo frío y salí al bacón. Me senté en un pequeño banco que estaba allí y pude ver algo único, no un amanecer ni un atardecer, era un paisaje muy distinto, era tan hermoso; la naturaleza y la humanidad se juntaban para crear un hermoso paisaje. Era tan bello, parecía ser de ensueño, con naranjas, rosas, distintos tipos de azules y nubes de ditinto color y tamaño.
Se que soy un hombre, pero se apreciar las cosas.
Una fría brisa recorrío mi cuerpo e hizo que temblara, pero no por eso iba a dejar de mirar aquel maravilloso expectaculo.

al parecer estuve un buen rato allí, ya qe mi estomago pedía comida y mi café se había casi congelado. Vi la hora y ya habia pasado más del mediodía.

Necesitaba despejarme, eso significaba salir a correr. Por alguna razón, el correr me hacía pensar mejor. Creo que hacía que llegara más sangre a mi cabeza y pensará con claridad.

Eran como las 3.35pm cuándo salí de mi departamento con mi ropa deportiva.
Comencé a correr sin rumbo, solo quería pensar claramente.

Corría y corría, más y más rápido. Estaba tan absorto en correr que lo que escuche me agarro desprevenido.

Escuchaba a una chica gritar que la soltara.

Nadie pasaba por allí, estaba desierto para ser esta hora.

Mire a un costado y había un tipo agarrando a una chica por las muñecas. Y a su costado estaba la chica que gritaba.

Me detuvé.

Ví como auqella pobre e inocente chica recibía cachetadas de aquel mountruo.
Si a un hombre que le pega a una chica no se le puede decir hombre.
Aquel moustro le grito si parecia un cobarde.

Valla que lo es, pensé.

Cuando cerró su mano en un puño, no resistí e hice lo que cualquier hombre conciente haría.

Apresuré mi paso y me pusé frente a él.
Detuvé su puño con una de mis manos y la lance lejos con demasiado enojo.
Solté el agarre que ejercía sobre las muñecas de aquella chica.

-Los hombres que golpean a una mujer son cobardes.- Coloqué a aquella chica detráss mio y sentí que me llenaba de coraje para enfrentar a aquella bestia. Nunca me había sentido así.

-¡¡Demonios chico!! ¿Quien te crees para defender a esta mujersuela?.- grito indignado mirandome con semejante odio, pensé que trataba de intimidarme con su mirada, lo cuál ni funciono.

-No tiene derecho a golpear a una mujer.-Le dije con un tono de frialdad que ni yo sabía que podía tener. De reojo mire a la chica que antes había puesto detrás mio. Estaba asustada, aunque no lo demostrara físicamente, su mirada la delataba. Su mejilla estaba roja y tenía la mano de aquel estúpido marcada en su hermoso rostro.

¿Yo habia dicho "su hermoso rostro"? Debo de estar loco, ni siquiera la conozco.

-Supongo que.- volví a hablar.- no tiene tampoco el derecho de golpear a una mujer que ni si quiera conocé.- volví a clavar mi vista sobre él. Su cara se torno roja, no de verguenza o tímides, sino de ira.

-¡¡Demonios!! Tu.-miró con odio a la chica que estaba detrás mio.- pagaras por enfrentarme y haberme dicho cobarde.- se giro enojado y camino con pasos pesados. Lo miré irse.

La chica detrás mio suspiro y se dejo caer en el piso.

-Mierda ___, lo lameno,nunca debí haberte dicho que sí.- La otra chica se rebajo hasta donde estaba su amiga y la abrazó. escondió su cara en el cuello de la chica golpeada y sollozó.

-Ya,ya. Todo esta bien.- Hablo con voz temblorosa. Alejó a su amiga, limpio algunas lagrimas en el rostro de ella y le sonrio.

Su sonrisa era triste pero de igual manera hermosa.

Me acerque a ellas y las ayude a pararse.

-¿Estas segura de que estas bien?.- le pregunte realmente preocupado a la chica que había defendido solo 20 minutos atrás.

-Si, gracias. Solo son unas cachetadas bastante fuertes, sanaran solas.- sonrió tocandose la mejilla inchada.- No es nada del otro mundo.- Se encongio de hombros.

De algua manera sentía que ella no estaba bien, sus ojos estaban algo aguados se notaba que quería llorar.

-Bien.- respondí no muy seguro.- La acompaño a casa.- Hice un gesto para que comenzarran a caminar.

En el trayecto no hablamos mucho, solo me contaron de el incidente.

Nos detuvimos frente a su casa .

-Gracias.- dijeron ambas e hicieron un gesto de despedida.

Para mi sorpresa la casa estaba frente a el edificion donde vivó. ¿Como es que nunca las e visto?

Decidí volver a mi departamento ya que se estaba haciendo tarde.

-Jungkook.- grito mi hermana. Estaba en la sala sol, jugando con sus manos, sentada en el sillon frente al televisor.-¿Donde te habías metido?.- corrió hacia mi y me abrazó muy MUY fuerte.

La aparte, volví a sentarla en el sillón, me senté a su lado y le conté todo.
Siempre le contaba todo a ella, no había algo que no supiera.

Suspiro resignada.

-¿Porque hay hombres asi?.- se pregunto triste en voz alta.

Me miró y yo solo me encongí de hombros. Realmente no sabía porque existian esa clase de hombres.

-Cambiando de tema.- volvió a hablar. Vi sus ojos y espere el regaño por lo de ayer. Yo sabía que había hecho mal al tomar demasiado, ahora tendria que esperar mi castigo.

Their True Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora