El pequeño Shinx vivía en el Bosque Vetusto, junto a sus padres y hermanos. Eran parte
de una gran manada compuesta por más de su especie; todos estaban muy unidos.
Mientras los adultos traían bayas para alimentar a todos, los más pequeños jugaban y
vigilaban su territorio.
El Shinx del que vamos a hablar es un pequeño muy especial, pues nació de un color
muy diferente al resto. En un principio esto extrañó al resto de la manada, pero pronto se
acostumbraron y todos lo aceptaron como uno más, sin excepción.
Era el más joven de todos, pues sus dos hermanos eran ya Luxio y su hermana, la
segunda más pequeña, todavía era Shinx, aunque sus padres, dos Luxray, solían decirle
que era muy fuerte y pronto evolucionaría.
Una tarde como otra cualquiera, Shinx salió a jugar. Se adentró por entre los arbustos
para salir del territorio más apartado del bosque que utilizaban como su casa, para
adentrarse en el frondoso bosque, que, a pesar de ser tan joven, conocía de memoria.
Por el camino saludaba a otros Pokémon: Wormadam y Burmy que colgaban de los
árboles botando contentos en su rama. Un par de Buneary que nunca se separaban y
vivían en las afueras, pero siempre se pasaban a jugar ahí. Montones y montones de
Starly y Staravia, que últimamente venían mucho al bosque, pues se acercaba el invierno
y quería pasar el mayor tiempo posible antes de emigrar al sur. Y un sinfín más de
criaturas.
No tardó mucho en encontrar a su gran amigo, Poochyena. Este pequeño vivía en el
tronco de un árbol, solo, y acostumbraba a evitar a la manada del pequeño Shinx por
miedo, pues aunque confiaba en el pequeño de tipo eléctrico, le costaba mucho entablar
amistad con cualquier otro. En cuanto se vieron, Poochyena saltó sobre Shinx,
empezando a rodar los dos por el suelo jugando como los cachorros que son. Cuando se
cansaron, andaron juntos hasta un río cercano para beber agua, en lo que el tipo
siniestro se puso alerta y advirtió a su amigo de que se escondiera en un arbusto
cercano.
En cuanto se escondieron, ambos asomaron el morro para observar, y vieron a un joven
humano, un niño como ellos, pasearse por el bosque con una bolsa llena de algo. Este
no parecía portar ninguna Pokéball a la vista, que era la principal preocupación de los
dos, así que se tranquilizaron un poco, pero se quedaron observando un poco más por si
acaso.
Al poco tiempo, dos Starly se posaron sobre los hombros del chico y un pequeño grupo
de Bidoof le rodearon canturreando. Un montón más de Pokémon acudieron al lugar
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El pequeño relámpago, Shinx
AdventureEsta historia cuenta las pequeñas aventuras de un Shinx muy especial y su amigo Poochyena.