01

229 28 2
                                    

Corro por las calles, se me hace tarde y todo por culpa del colegio y Natsu. Empujo a la gente la cual me mira raro pero no me importa, después de todos ellos nunca entenderían mi apuro. Estoy tan ansioso de llegar a casa que no puedo ni parar para pedir perdón. 

Llego a casa, tiro todo al suelo y subo rápido las escaleras, sin embargo mi madre me detiene.

- Gray, no dejes tus cosas tiradas por el piso, y saluda de vez en cuando -.

- Perdona Ur, estoy apurado...-.

- ¿Es por la vecina de enfrente? Tu amor secreto, que por cierto, ya no es secreto -.

- Eso no... ¿Cómo sabes?¿Quién te dijo? Fue Ultear, seguro -me mira pícara y se retira a la cocina. Uno nunca tiene secretos en la casa. Miro el reloj, ¡4.10!, espero que no sea tarde. 

Corro por las escaleras, mi hermano intenta detenerme pero lo esquivo. Llego a mi habitación y cierro la puerta.  Abro la ventana que da a la casa de en frente y ahí esta, gracias a dios. Su cabello azulado se mueve con el viento y su pálido rostro esboza una sonrisa. Sus delicadas y pequeñas manos sostienen un burbujero del cual salen millones de pequeñas, grandes y coloridas burbujas. Saludo desde lejos pero ella no alcanza a verme, nunca lo hace. Me pregunto si solo soy una broma para ella, aunque estoy seguro de que es tan inocente y cariñosa, y que jamás haría algo así de cruel. Tal vez carece de vista pero lo dudo mucho, sus ojos se iluminan cada vez que el viento eleva sus burbujas por el aire. Sé que parezco cursi, pero la verdad es que me pongo así solo cuando la veo, realmente caigo en una nueva dimensión.

Paso unos diez minutos observándola, no en una forma de acoso, la observo como si de una obra de arte se tratara. Una vez que se va me recuesto en mi cama y cierro los ojos, imagino si algún día tendré el valor de acercarme a ella. No soy cobarde, para nada, es solo que soy tan orgulloso y ella parece tan delicada que no quiero hacerle daño, como ya hice con otras chicas, aunque ninguna como ella. Escucho el sonido del viento y siento como unas gotas me caen en el rostro. Abro los ojos y miro, hay burbujas en toda la habitación y una figura femenina en la puerta. 

- Espero que no te moleste, ya le pregunte a tu madre si podía pasar... -me levanto y le sonrió, aunque deseo expresarme mucho más algo me lo impide.

- Es maravilloso, realmente. No me creas un acosador ni nada pero me fascina verte hacer burbujas, aunque suene raro -se ríe y yo también lo hago.

- No lo es. Me siento halagada cada vez que te veo, y lamento nunca responder a tus saludos, me avergüenzo fácilmente -intenta disimular su sonrojo girando la cabeza- ¿Te gustaría salir afuera? Puedes hacer burbujas con migo si quieres -.

- Sería un honor -tomo su mano y salimos de mi casa. - Por cierto, me llamo Gray -.

- Lo sé, mi nombre es Juvia. No eres el único que admira al vecino de enfrente -se sonroja y aprieto su mano. Tal vez tienen razón, el amor esta en el aire, a veces esta cerca y a veces lejos. Tengo suerte de enamorarme de la vecina de enfrente.

---

Bueno divinos y divinas, espero que les haya gustado. Sí, Gray es muy cliché pero ya... fue divertido. Ojala que me dejen algún comentario y algún voto. Saludos a todos y todas!

Se lo dedico a light_key por ser una inspiración para mí, realmente lo es.

Ninu-chan~



La chica de las burbujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora