-No olvidéis que hoy es el ultimo día antes del desfile, las semanas restantes se dedicarán a perfeccionar detalles de los conjuntos. Como sabéis, el señor Styles se encuentra aquí para comprobar que todo está en orden, por lo tanto, dar lo mejor de vosotras y esforzaros al máximo. Cuando hayáis desfilado, podéis marcharos, recordad que mañana tenéis que estar aquí pronto. Candice, eres la primera.
Caitlyn, la estilista principal, abandonó el vestuario para dejar que nos pusiéramos los conjuntos. Trabajo en la compañía internacional de modelos, Victoria's Secret. He sido la última en unirme, antes de que el director pasara a ser Harry Styles, el mayor empresario de Nueva York. El anterior director, Charles, se jubiló y el señor Styles no dudó ni un segundo en querer tomar las riendas del negocio.
Cuando ya estábamos listas, empezaron a decir nombres desde fuera, Candice, como Caitlyn había dicho, fue la primera en salir. Diez minutos después, volvió a aparecer y llamaron a Taylor.
-Wow -exclamó Candice mientras nos acercamos a ella para preguntar qué tal le había ido.- Harry es realmente caliente, me habían dicho que estaba bueno, pero no tanto.
-¿Cómo has tardado tanto en desfilar? -preguntó Rachel.
-Llegué al final de la pasarela y me iba a dar la vuelta para volver, pero Harry me paró unos minutos en los que me comentó cómo lo había hecho y qué cosas que debería cambiar.
-No sabía que el director pudiese hacer eso. -comenté yo. - Charles no aparecía por aquí nunca y mucho menos nos decía cómo desfilar.
Candice se encogió de hombros. Yo me senté en uno de los sofás que había en la sala y dejé mi mente en blanco para concentrarme. Estaba más nerviosa de lo normal, ya que tenía la necesidad de impresionar al señor Styles para que no prescindiera en el próximo desfile. Ya habían desfilado todas y yo era la última, ya que mi apellido empezaba por la "w". Me despedí de Stella que salía por la puerta, respiré hondo, y salí al escenario al mismo tiempo que ponían la música y decían mi nombre.
Miré un punto fijo al fondo, para no descentrarme y caerme con los tacones que llevaba. Cuando llegué al final de la pasarela, miré hacia abajo y vi a Caitlyn, junto a más gente de maquillaje y estética, pero al lado suyo, estaba Harry Styles. En el momento en que le vi, algo en mi estómago se revolvió. Era inmensamente atractivo. Hizo una seña con la mano para que parasen la música y subió lentamente al escenario para posicionarse a mi lado.
-Grace Willson. -susurró -Soy Harry Styles. -Alzó su mano, firme, para estrecharla con la mía, temblorosa, aun estaba nerviosa. Sus ojos miraban fijamente los míos y no los abandonaron en ningún momento de la conversación. - Sé que eres nueva, pero supongo que ya te habrán informado de como funciona todo ésto. -asentí - No voy a cambiar los métodos que utilizaba Charles, y veo que sabes lo que haces por la forma en la que te mueves por el escenario, se te ve segura de ti misma y no quiero que eso cambie.
-De acuerdo. -afirmé convencida.
Me dedicó una sonrisa que me quitó la respiración y tras susurrar un "Eso espero" se dio la vuelta y yo volví a los vestuarios.
Me tomé mi tiempo para cambiarme y me encerré en los baños unos minutos. Odiaba estos baños por que no tenía ni idea de por que les habían unido con los de los chicos. Charles había afirmado que los modelos masculinos y femeninos tenían que saber convivir juntos, pero esa no era una razón para unir los baños.
Me lavé la cara y me sequé con una de las toallas, echándome un poco de crema para darle brillo a mi rostro. Abrí la puerta para salir pero me choqué con un alguien.
Miré hacia arriba y era Harry.
-Hola Grace. - sonrió. -Creí que ya habrías marchado, no queda nadie aquí.
-Hola señor Styles, estaba haciendo un poco de tiempo, mi autobús llega en quince minutos.
Frunció el ceño mientras se acercaba un poco a mí.
-Puedo llevarte yo, Grace.
Me encantaba como se sentía el escuchar mi nombre salir de sus labios, lo decía suavemente, como si lo disfrutase. Sacudí mi cabeza por esos pensamientos, regañándome a mí misma.
-No es necesario, siempre cojo el bus. -sonreí.
-Insisto, acompáñame.
-No hace falta, en serio, puedo...
-No voy a dejar que vayas en autobús a estas horas de la noche.- me interrumpió con un tono de voz un poco fuerte, por lo que me sobresalté y fruncí el ceño.
-¿Insinúas que no se cuidar de mi misma? Por que llevo haciéndolo unos cuantos años.
-No.. no quería decir eso. - dudó, pero se rindió. - Sólo déjame llevarte.
Al final, asentí, un poco perdida, pero le seguí por el pasillo, hasta entrar en el ascensor para bajar a los aparcamientos privados.
En el ascensor reinó un silencio incómodo, y que la música de fondo hacía más incómodo aún. Bajé la mirada hacia mis pies y me centré en ellos.
Nos movimos por los aparcamientos, hasta que llegamos a su coche, un flamante deportivo blanco. Abrió la puerta del copiloto para dejarme entrar y luego rodeó el coche entrando él. Le dí la dirección de mi apartamento y el la introdujo en el GPS para arrancar el coche y salir de allí.
-¿Qué es lo que te hizo querer ser modelo? - me preguntó cuando estábamos parados por el tráfico.
No solía hablar de este tema con la gente ya que me traía malos recuerdos, pero no sabía lo que tenía Harry, que me hacía querer confiar en él.
-Nunca he sido suficiente para mi madre. Mi hermana pequeña siempre ha sido la reina de la familia, y mi madre ha estado siempre orgullosa de ella, a mí me decía que nunca llegaría a ser nada. Supongo que cuando te dicen que no puedes hacer algo, es cuando te esfuerzas de verdad para conseguirlo y hacerles ver a los demás que sí eras capaz, que podías. Siempre me ha gustado el diseño, pero no era nada buena dibujando y no tenía mucha imaginación. Cuando fui creciendo, posaba para mi hermana, mientras ella me sacaba fotos. Me empezó a gustar, y cuando cumplí dieciocho fui a una agencia de modelos, donde me contrataron para unos cuantos artículos de revista y varios desfiles. Hace poco, Charles me descubrió en uno de ellos y me hizo una entrevista y alguna que otra foto, hasta que me contrató. Y aquí estoy ahora. Espero que algún día mi madre pueda estar orgullosa de mí.
No me había dado cuenta que una lágrima había caido por mi mejilla. Antes de darme cuenta, Harry tenía agarrado mi mentón con una mano, y con la otra me limpiaba la lágrima que había caído.
-No llores por eso, Grace. Estoy seguro que cuando tu madre te vea actuar en unas semanas, va a estar muy orgullosa de ti. -solté una risa sin ganas.
-No conoces a mi madre, no estaría orgullosa de mí ni aunque fuese la presidenta de los Estados Unidos.
-En ese caso, no pienses en ella, haz esto por que es lo que te gusta.
Me dio una sonrisa alentadora y empezó a mover el coche lentamente por las calles de Nueva York.
Llegamos a mi barrio y aparcó delante de la puerta de mi edificio.
-Muchas gracias por traerme, señor Styles. -le dí una sonrisa y me dí la vuelta para salir del coche, pero su agarre en mi muñeca me lo impidió.
-No hay de qué Grace. -dijo acercándose a mi ligeramente, haciendo que me tensara.
Salí del coche y empecé a andar, pero su voz me interrumpió, de nuevo.
-Y llámame Harry. -le vi sonreír de forma traviesa y aceleró el coche desapareciendo por la calle.
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Ineffable
Fanfictionineffable (adj) : (trad; inefable, indescriptibe) Tan bueno que no se puede expresar con plabras.