Capítulo 1

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-Manda corazones,besos y lo que quieras este día de san valentin!-gritaba emocionada una porrista. Oh dios que detestable eran las personas "populares" en mi escuela.


Mire a mi alrededor, todo era asqueroso. El patio, la cafetería, la entrada, las clases,el gimnasio, absolutamente todo tenia un aspecto de ser rosado y esponjoso. Vaya que se habían excedido este año las porristas.

Risas por aquí, besos por allá, abrazos por todos lados, oh dios como odio este día. Bueno no lo odiaba del todo, tenia sus ventajas, no había clases.

Me dirigí hasta el parqueo de los alumnos, nadie estaría ahí y lo que mas necesitaba era estar sola. Durante el camino pude oír las risas de muchos, ahora por que se reían de mi? Creo que a veces no tienen ni motivo para hacerlo, solo lo hacen.

Me senté sobre un Mini Cooper negro, claro que sabia quien era el dueño, Paio.

Paio era de esa clase de personas que por alguna razón son populares pero ni lo intentan, el era mi mejor amigo, no existía persona en este mundo en la que pudiera confiar como en el, bueno aparte de Pau. Pau es mi mejor amiga y mi única amiga mujer, oh y la novia de Paio. Ellos son totalmente increibles, se que puede ser raro que mis mejores amigos sean populares y yo sea el bicho raro, la anti-social, la rechazada o como gusten llamarme, pero es que yo tenia a una arpía solo empeñándose en arruinar mi vida.


Esa pequeña bruja se llama Micaela mejor conocida como"Miki", y créanme no hay persona en este mundo mas detestable que ella. Lo peor de todo era que a ella todo parecía salirle excelente.

Pase varios minutos recordando todo lo malo que me ha hecho Micaela hasta que escuche como un auto entraba al parqueo. Levante mi vista para averiguar de quien se trataba. Era un Mustang negro, un auto totalmente de mi gusto, y el conductor definitivamente también era de mi gusto. Sergio Celli era como el rey de la secundaria, y su reina era Micaela, aunque nunca hubieran sido nada ella no se daba por vencida, ya que según ella estaban destinados a estar juntos.

¿Había persona en este mundo mas perfecta que Sergio?

Oh para mi no, el era simplemente y totalmente perfecto. El era amable,buen estudiante, popular y sobre todo era condenadamente sexy. Había conocido a Sergio Celli en mi primer año de secundaria, el primer día yo había hecho una entrada digna de mi, tropezándome y cayendo de cara frente a todos, y el único con la suficiente educación para no reírse e ir a ayudarme fue el. Algo tonto que lo diga, pero desde ese momento he estado enamorada de Justin, nunca mas me ha hablado, ni mirado, ni escuchado, ni oído de mi, ni...

-Hola Flor-su voz había interrumpido mi tortura interior, me había saludado? A mi?- que haces aquí? Y sobre todo hoy- dijo parándose enfrente de mi y cruzándose de brazos, definitivamente esto no me lo esperaba.

-Perdón, pero TU, tu Sergio Celli me estas hablando a mi?

-Si YO, yo Sergio Celli te estoy hablando a ti, o vez a alguien mas por aquí?-pregunto divertido. Genial, primera vez que me habla y lo arruino todo con preguntas estúpidas y con respuestas obvias.

-Oh si claro je. Perdón fue la sorpresa.

-¿La sorpresa? ¿Es tan raro que te hable?

-Bueno no me has hablado desde primer año y tu eres la persona mas popular de esta escuela y yo soy la excluida.-oh dios que alguien me mate! Mis respuestas definitivamente eran estúpidas!

-Bueno si me dejas decírtelo, tu eres la que se auto-excluye, que yo sepa nadie tiene un problema contigo y eres la mejor amiga de Paio y Pau no?-dijo mientras se sentaba a la par mía, esto era algo completamente nuevo para mi. Nunca había podido estar tan cerca de el y sobre todo nunca había cruzado mas de 3 palabras con el.

-Si, yo soy amiga de ellos. Y sobre eso de que nadie tiene un problema conmigo te equivocas, yo tengo mi propia bully.

-Quien?- pregunto, seria yo capaz de decirle que su querida Micaela me odiaba a morir?

-Pu..Pues estoy segura que...-estuve apunto de decírselo pero como todo me sale mal a mi, me vi interrumpida por una voz chillona gritando:"SERGIO". El inmediatamente voltio para brindarle a "Miki"¿una sonrisa falsa? Si mis ojos no me engañaban Sergio tenia una cara de fastidio.

-OH amor te he estado buscando por horas!-dijo Micaela acercándose a nosotros.

-Micaela por décima vez no me llames amor.

-Ay si claro como digas, bueno que haces aquí y con...-me miro con desprecio-¿Esa? Todos te hemos estado buscando, recuerda que debes hablar con todos por lo de la fiesta.

-Bueno primero que todo esa tiene su nombre y es Florencia, y ella es mi amiga-dijo sonriéndome- y sobre lo de la fiesta no es tan importante.

-Ash si claro como digas pero ya apúrate.

-Miki ¿que tal si me esperas allá si?-le pregunto señalandole un árbol algo alejado.

-Emm si claro.-Micaela se dirigió hacia el árbol algo dudosa del porque Sergio le había pedido eso.

-OH dios es tan insoportable.-dijo con fastidio, no pude evitar reír por el comentario. Sergio se voltio y me dirigió una sonrisa.-¿Sabes? Tienes una dulce sonrisa-dijo acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Me sonroje por su contacto y el rió.

-G..Gracias-dije en un susurro.

-De nada-dijo para levantarse del carro, poner su mochila en su hombro y comenzar a alejarse. No pude evitar observar como se dirigía hacia Micaela, en medio del camino y aun mas cerca de mi que de Micaela se voltio para decirme- fue un placer hablar contigo Flor, y espero verte esta noche en la fiesta.

Suspire, como es posible que pequeñas acciones, insignificantes para el, hagan que ¿me enamore mas de el? Sergio Celli era perfecto y totalmente inalcanzable para mi. Con ese pensamiento atormentándome me dirigí a la cafetería, Paio y Pau deben de estar ahí. No es que ninguno de mis amigos supieran de que estaba totalmente enamorada de Sergio, bueno ellos eran amigos de el y no creían conveniente que se enteraran de semejante estupidez.


Mi Cenicienta Descalza |Celligna|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora