Y no preguntes el por qué de mi frialdad, no te atrevas a decir que cambié y que soy una persona fría y mala; en algún momento de mí vida te amé como alguien nunca te ah amado, te di este corazón para que lo cuides, para que sepas valorarlo, y te importó poco el que yo no haya podido vivir sin ti, ¿Recuerdas cada sonrisa que te sacaba a pesar de que discutíamos? ¿Recuerdas las estupideces que hacía sólo para que sonrías? ¿Recuerdas esa fecha dónde solo me pedías que nunca te dejara? ¿Acaso recuerdas cuantas veces sufría sin embargo no te decía nada? Yo recuerdo muy bien aquellas noches dónde no podía dormir por pensarte, por escribirte algunas cartas que no me atrevo a dártelas, ¿Quieres saber cuánto me costó superar tu rechazo y tu mal amor? Siéntate frente al mar, y espera a que las olas hablen a tu soledad, espera a que te acaricien y fortalezcan tus heridas, en ese instante te darás cuenta que fue tan difícil, pero hoy, hoy puedo decir: YA TE OLVIDÉ.