Capitulo 8

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El viernes en el almuerzo llegué mucho antes que Lara y Peter asi que esperé en el pasillo de la cafetería mientras varios alumnos pasaban a mi lado. Daisy me miró al entrar y se rió de algo que les murmuró a sus pompones andantes.

Minutos después mi estomago gruñía y los tórtolos no-novios, no aparecían.

Oía voces acercarse y luego de la nada un golpe en la espalda y un liquido frío contra mi piel, grité sin poder evitarlo y me giré para ver a las porristas reírse mientras mi ropa seguía mojándose, otros se empezaron a juntar a nuestro alrededor riéndose de la estudiante con refresco encima, mis ojos comenzaron a picar, sabia que Daisy había sido la causante, eran sus clásicas bromas, pero hasta que escuché su voz cerca mientras me levantaba no estuve completamente segura.

-Ni se te ocurra llorarle a tu noviecito, quizás te des cuenta que él no quiera decirme nada feo a mí –por un momento pensé que se había hecho una idea errónea y se refería a Peter, pero ella siguió:

-Zayn sólo esta contigo por lástima, pero me encargaré de eso, tu tienes que estar con tus amigos extraños, es cuatro ojos es perfecto para ti, no él –terminó mientras yo la miraba, dolida y sorprendida a partes iguales.

¿Daisy no sabia que habíamos terminado?, miré a los estudiantes reunidos alrededor luego a Lara que se acercaba siendo contenida por Peter. ¿Nadie lo sabia?

Los murmullos cesaron cuando Zayn alejó a Daisy de mí.

-¡Lárgate, a ver si maduras un poco! –le gruñó en voz baja mientras ella fruncía el ceño y se iba, todos comenzaron a dispersarse mientras él apartaba el cabello de mi cara –¿Quieres que te lleve a tu casa? –preguntó mirando mi blusa mojada y manchada.
-Yo la llevo –cortó Peter mientras me alejaba de Zayn. Lara me tomó del brazo y dimos dos pasos mas hasta que no pude evitar girarme, él seguía de pie mirándonos a la mitad del pasillo.
-Deberías decirle que ya no somos nada, quizás así me deje en paz.

Él no dijo nada y yo seguí caminando mientras me esforzaba por no volverme de nuevo y preguntarle ¿Por qué?, ¿Por qué no le había dicho a nadie que era libre?


-¡Lara, tu hermano llegó! –gritó la madre de mi amiga desde la planta baja, ella pegó un brinco de la cama al suelo y me miró con una enorme sonrisa que pocos teníamos la dicha de observar.
-Vamos, vamos –me apresuró arrastrándome hacia las escaleras, me sentía algo fuera de lugar, Zack, el hermano de Lara, era cuatro años mayor que nosotras, por lo cual aunque lo vi varias veces antes de que se fuera a la universidad, no habíamos hablado mucho. Regresaba este fin de semana para el cumpleaños de su madre, un viaje rápido de solo tres días.

Quizás no me correspondía estar aquí para el encuentro familiar pero después del chasco en la escuela, de la vergüenza y la rabia, solo quería estar en un lugar seguro donde pudiera esconderme, la casa de mi amiga había parecido perfecta.

Lara y Peter me habían llevado a mi casa, estaba sola al medio día así que solo tomé un cambio de ropa y le dejé una nota a mamá.
Bajé las escaleras detrás de mi amiga la cual abrazó a un hombre alto, con el cabello rubio ceniza y los ojos verdes idénticos a los de Lara, le sonrió y despeino su cabello alborotado antes de notarme. Zack Dawson había cambiado desde la última vez que lo vi, parecía más alto, mas adulto y mucho mas guapo también, aunque él siempre había hecho honor al termino 'el hermano bueno de mi mejor amiga'.

-____(tn) –saludó sorprendiéndome un poco porque recordara siquiera mi nombre.
-Hola –murmuré medio sonriendo, antes de fruncir el ceño a las cejas levantadas de cierta rubia.

Me uni a la cena de festejo y miré a la señora Dawson partir el pastel, al final Lara dejó a sus padres en la sala y nos sacó hasta el porche para platicar, o mas bien a oír a Zack sobre la experiencia universitaria.

Otra oportunidad Zayn y tu AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora