Éramos tan distintos, yo tan invierno y el tan primavera, como la luz y como la sombra, éramos opuestos, pero nos amábamos yo amaba su calidez y el amaba mi frialdad.
Capítulo 33.
Éramos tan distintos, yo tan invierno y el tan primavera, como la luz y como la sombra, éramos opuestos, pero nos amábamos yo amaba su calidez y el amaba mi frialdad.