Decía un amigo mío que las casualidades no existen, que todo está escrito entre las nubes y la estrellas con tinta invisible. Que las personas, van mezclándose en las páginas de las historias de ostras personas para compartir y protagonizar un guión ya establecido. Mi amigo decía que todos somos actores principales y secundarios, según la parte de la película en la que estemos. Es una bonita manera de hablar del destino. ¿No crees?