Una navidad "normal".

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Día uno: Celebración en mi país. @editorialcreativa

Cuando uno piensa en navidad se imagina lo común, cosas gringas. Las películas durante años nos presentan lo típico: Una persona normal que se vuelve Santa, o cuando gente "común y corriente" debe salvar la navidad, y también está "Mi pobre angelito".

Pero la realidad siempre es otra, al menos al 100% de la población jamás a tenido que ser Santa, o salvar la navidad, o lo han dejado abandonado en casa para Navidad.

El 24 de diciembre en mi hogar comienza igual que cada día: Mi madre gritando que nos levantemos. ¡Por favor! Esta mujer debería saber que las 12 am es demasiado temprano para cualquier ser humano en vacaciones.

Luego de vestirme con lo primero que encuentre (si, soy una chica, pero no soy rayita), bajo a desayunar. Claro, es un día muy ocupado para mi mamá y no nos da el desayuno en la cama... Insensible.

Buscó algo en la mesa y simplemente como. ¿Para qué tanto problema por un desayuno?

Mi hermano siempre baja después de mi, y pasa toooooodo el día preguntando por los regalos. Es odioso, pero hay que admitir que es la mejor parte del día.

En la cocina siempre está el pavo esperando pacientemente a ser cocinado. (No es como que criemos pavos, pero mi mamá literalmente deja sentado el pavo del supermercado)

En mi familia son muy calculadores, un minuto tarde y es el fin. Entonces mi mamá se preocupa de avisarnos todo lo que debe hacer y nosotros fingimos escuchar. Lo típico.

Luego de meter al horno el pavo, mi mamá sigue con el almuerzo que casi siempre es lo mismo: fideos con lo que sea. Ella no se complica con el almuerzo, ya que, la cena es la que importa; así que prepara lo más rápido. O simplemente comemos lo del día anterior.

Las llamadas de mis abuelos son constantes, todo lo que llaman en una semana común lo llaman el día de navidad.

Mi papá llega temprano del trabajo, osea, otro estrés para mi mamá. Hay que aceptarlo, él no es de gran ayuda.

Con mi hermano debemos comenzar a inflar globos, una linda y cansadora tradición.

Todo debe estar listo antes de las 21:00... Bueno, en mi caso, antes de las 20:00.

Cuando los globos están listos ya es hora de bañarnos y arreglarnos. Mis abuelos a esta altura ya están en casa esperando a que salgamos para poder cocinar ellos. Nada como la mano de abuelito/a.

Cada uno de nosotros se arregla lo mejor que puede; milagro de navidad. Luego de las indicaciones correspondientes a mis abuelos, subimos al auto y nos vamos a la iglesia.

Normalmente salimos de casa todos enojados por la hora, una tradición en mi familia. A la misa hay que llegar temprano o nos quedamos sin asiento, y eso a mi papá le molesta, y que mi papá se moleste molesta a mi mamá, y si mi mamá se molesta mi hermano también... Y si ellos están molestos, yo también lo estoy.

Eso de que la navidad es para estar en paz y amor con sus seres queridos es una real mentira en mi casa.

Luego de como mil horas de misa, donde nos reencontramos con gente (que cabe mencionar que el 70% no tienen regalos para nosotros), volvemos a casa donde mis abuelos tienen toda la cena lista.

Comemos intentando no pelear o poner malas caras. Las papas duquesas siempre son las grandes estrellas de la noche, solo en navidad comemos... Bueno, y año nuevo, pero no hablamos de ello ahora.

Terminada la deliciosa cena que preparó mi mamá y que mis abuelos "perfeccionaron" nos disponemos a esperar al "viejito pascuero", como lo llamamos en mi país.

Mi papá toma su campana (que se supone debía ser una especie de timbre que jamás ocurrió) y los demás comenzamos a sacar los globos y abrir el portón.

Es una tradición muy linda, repartimos globos a todos los niños que salen a buscar al viejito pascuero. Un desorden, pero una linda acción.

Luego viene lo que todo el mundo conoce como entregar los regalos. Mi hermano los elige, lee la etiqueta y los entrega.

Mi navidad no es una cosa muy extraordinaria, pero me encanta esta época.


Navidad Literaria #unadvientocreativo2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora