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Primer día de clases.
Se siente mirado por mil ojos.
La verdad es que Nicolás es mirado por mil ojos.
Su rostro de facciones bien marcadas pero levemente redondeadas, sus ojos verdes, su pelo sobre la frente, los labios, él mentón cruzado por esa cicatriz que tan bien le queda, no pasan inadvertidas. A veces, tener esa caras Nicolás le pesa mas que una mascara de hierro
Hoy es una de esas veces.


De pronto una mirada inquisidora surgiendo debajo de un gorro que dice "BMX". Es un chico alto, mas alto que él, de cuerpo delgado y flexible, de rostro sereno y alegre. ¿es leopoldo? ¡es leopoldo! No puede ser otro. A los treinta segundo de observarlo no tiene dudas de que es él. Treinta segundo mirándose en silencio son una eternidad llena de palabras. Una sonrisa marca él tiempo. El otro chico responde.
-Nicolás?
-si, leo, soy yo ¡¿que foto colgaste en la web?! ¡casi no te reconozco!
-baja ¡era la idea, era la idea! Tanto tiempo , la vamos a pasar bien acá, vas a ver.
-¡ojala! -Nicolás miro a su amigo, sigue sonriendo, pero na sonrisa pronto pasa a ser mueca-. Estoy un poco nervioso
-no te preocupes, todavía falta para entrar. Lo único, decime "pilu". Su me decís leo, se me van a reír en la cara
-pilu?
-si, pilu, por los pilusos, viste
-pilusos?
-estos gorros -dice leopoldo, undiendo su cabeza aun mas en el gorro de lona-. Se llaman así. Ando en gorro todo lo que puedo.me gusta, Viste. Acá adentro me piden que me lo saque dos por tres. Y me lo saco, total...me lo pongo devuelta a la salida.

Mil historias de cuando eran chicos acuden a una mente y a la otra. Pero prefieren el silencio para asimilar la emoción. Ambos preguntan por que no se juntaron antes, pero no se responden. Pasados unos segundos, leopoldo le golpea el hombro y lo invita a conocer a los demás
Nervioso, pero aparentando la mayor calma posible, Nicolás salida a los chicos y a las chicas que leopoldo le va presentando. Luego, tendrá que pedirle que le repita los nombres de todos.
Al entrar al aula leopoldo y Nicolás se sientan en la ultima fila, uno al lado del otro. Pronto se les une Pablo
Delante de ellos hay dos chicas: zoe y felicitas.
Compañeras de leopoldo desde jardín de infantes. Dos amigas que, apenas lo vieron, dispararon preguntas sobre todo lo imaginable, desde a que colegio iba, hasta de que signo era, si hacia deportes, si le gustaba la pizza, si vivía cerca. Zoe hablaba y se tocaba el pelo, mucho mas llamativa que felicitas, quien se dedicaba a escucharlo y radiografiarlo. Como en todo par verdadero, dos amigas complementarias.

Al mediodía, la tensión ya había desaparecido

solo tres segundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora