La Carta

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27 de julio de 1993

Yo soy Joel y si alguien lee esto, espero y no sea para seguir haciendo lo que ya desde antes tenían pensado hacerme. Ni si quiera sé por donde empezar, pero supongo que cualquier cosa sirve.
Antes que otra cosa, en verdad quiero agradecer a toda persona que haya pasado a mi lado y me saludó de manera sincera, gracias por tomarse la molestia de perder algunos segundos de su vida en prestarle atención a este muñeco de trapo inútil.
A lo largo de mi lamentable vida he sufrido de todo y... ¿Por qué? porque mi pecado fue amar, amar sin miedo, amar sin límites, amar más allá de lo que los demás aman, de lo único que me arrepiento es de haber amado tanto que se acabó el amor dentro de mí y ahora nadie existe para compartir un poco de amor conmigo.
Cuando decidí dejar de ocultarme la gente se interesó en desaparecerme, cuando me creí libre, todos quisieron arrancar mis alas y sepultar mi aliento ¿Qué hay de malo en el amor? Yo no siento que haya maldad en querer a alguien, lo malo sería odiar. Ahora yo soy el malo, porque me odio a mí mismo, me odio por nacer, me odio por sentir, me odio por querer, me odio por vivir.
Sé que muchos deseaban que desapareciera, ya lo intenté una vez, pero les fallé, atar una soga a mi cuello no funcionó, mis padres asustados lo arruinaron, arruinaron mi muerte, pero esta vez será diferente, así que para encomendar mis pasos y reparar aquello que he hecho (aunque sólo haya sido amar a un ser humano igual a mí, amar a otro chico), el mal que he causado será enmendado al momento que desaparezca de este mundo. Gracias por tomarte el tiempo de leer esto.
Hasta siempre.

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2015 ⏰

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