Capitulo 2: "Infancia perdida"

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SungMin le esperaba a la salida del colegio, fumándose un porro mientras estaba apoyando en la pared de forma relajada, sin siquiera prestarle atención a todos quienes pasaban cerca suyo y le recriminaban con la mirada.

– ¡Respeto por los niños! – grito un hombre mayor mientras pasaba por la otra acera.

– ¡Que te den! – respondió a la defensiva el bajito.

– Hey – le llamo KyuHyun tocándole el hombro y SungMin se volteo casi con la intención de lanzar un puñetazo - ¿Por qué siempre andas en plan buscador de problemas? – le sonrió, logrando que el mayor de ambos por un año se relajara.

– Te demoraste demasiado imbécil – le recrimino fulminándole con la mirada, KyuHyun solo se encogió de hombros –. Bien, vamos que tengo demasiada hambre.

– ¿Vas a cocinar tú?

– ¿Y quién más? ¿has visto alguna vez que en esa casa lo haga mi padre? – SungMin no lo decía molesto, pero de todas formas KyuHyun sintió la necesidad de disculparse, pero fue interrumpido antes de tiempo – No tengo ganas de ver gente ahora, ¿vale?, vamos simplemente a comer en casa en vez de seguir llenándole los bolsillos a mister Kentucky.

KyuHyun asintió y le siguió.

Usualmente los viernes se iban a casa de SungMin juntos, llevaban haciéndolo como una especie de tradición desde que tenía casi los 7 años.

Fue un viernes en la tarde cuando su padre murió. Ese día, KyuHyun no siguió ninguna de las señales. No pensó en lo raro que era que su padre no se presentara a buscarlo a la salida, ni que tampoco se encontrara trabajando en el taller de su casa, las señales siempre estuvieron, pero la inocente mente de KyuHyun jamás logro descifrarlas y el resultado fue un severo trauma que le impidió querer volver a casa los viernes, con el temor de encontrarse ahora a su madre colgada en el baño.

SungMin se detiene en un semáforo que cambia a rojo justo cuando llegan. La espalda del mayor no es grande, ni se ve demasiado fuerte, pero KyuHyun siempre la ha seguido. Desde pequeño, la ha visto desde atrás, porque es incapaz de superarle. SungMin pudo haber sido abandonado por su madre tan joven como él ha perdido a su padre, y aún así, siempre ha estado sonriendo y protegiéndolo.

Si había algo realmente que deseaba en el presente y si tenían, un futuro, era que SungMin fuera feliz. Nadie más merecía la felicidad que su amigo y el, planeaba conseguirla, a cualquier precio.

Sintió unas leves cosquillas cuando el mayor le revoloteo el pelo y entonces, buscándolo se encontró la radiante sonrisa que sostenía SungMin que le miraba desde abajo, medio encorvado.

– Deja de soñar y camina – le había dicho el mayor, y recién ahí, pudo darse cuenta que había estado mirando a su amigo ensimismado por todo el tiempo que duro el cambio a verde.

Su perfil siempre ha sido el mejor según KyuHyun. Siempre parece sereno y seguro de sí mismo. Como un puto amo de las calles. A KyuHyun le gusta su perfil y se le queda mirando ensimismo por todo el tiempo que dura el cambio a verde que señalaba continuasen.

No puede evitar sonreír sintiendo tonto.

– Por cierto, ¿aún estás pensando lo del plan ese? – SungMin se había volteado y comenzado a caminar de espaldas.

– ¿Por qué? ¿Tienes miedo? – le incito medio divertido, pero el otro no le devolvió la broma. SungMin estaba serio y eso era raro en él. Algo no andaba bien y KyuHyun sintió un nudo en la garganta.

KyuMin ➳ Butterfly. ❅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora