Solo fue una accidente

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El torpe y joven caballero se le había olvidado que la escalera donde se encontraba su hermano dependía del soporte que este le brindaba, aunque sus intenciones eran buenas no pudo evitar emocionarse al notar la llegada de una de sus mejores amigos, Saori, quien había ya traído los ingredientes para preparar un pavo, aquel festín tenía que estar listo en menos de una hora aproximadamente, pero con la desafortunada accidenté se teme que los preparativos demoren mucho más.

Ikki- pero que diablos Shun!? La escaleraaaaaa....!!!

Plaaaaaafff

Shun- hermano!!! Estas bien!?
Shiryu- que sucedió!? Todos están bien?
Saori- oh Ikki!
La de largo y morado cabello de aproximo con prisa para comprobar que Ikki, el caballero del fénix estaba en buenas condiciones.
Ikki- grrr... Mi... Pierna...
Seiya- ay! No seas llorón Ikki, te han pasado cosas peores! Recuerdas esa ves que volaste por los aires con el Shaka? O cuándo golpeaste a todos tus cómplices!
Ikki- porque en ese momento tenía puesta la armadura zoquete!
Hyoga- si Seiya, mejor cierra la boca...
Shun- traeré el botiquín!
Hyoga- ohh emmm... Yo te acompaño!

Ambos caballeros se apresuraron a subir las escaleras de la lujosa mansión y se adentraron en los aposentos del mayor (Hyoga) donde aquel helado caballero guardaba un botiquín de emergencia cual incluía las herramientas más básicas que se puedan utilizar.

Shun- a ver, a ver, a ver... Donde estas maldita ponada!
Se decía a sí mismo en vos alta mientras husmeaba deceso erradamente en la caja metálica de emergencias.

Hyoga- Shun, la pomada está en el ático, podrías buscarla? Tengo que llevarle estas vendas a Shiryu...
Shun- ehh- es que...
Interrumpió el más chico con la frente baja y unos mechones -los de siempre- cubriéndole los ojos.
Hyoga- ocurre algo?
Shun- si... Es que recuerdas esa película que fuimos a ver con Seiya y Aioria? La de terror...
Hyoga- si, la recuerdo, estabas tan asustado que a cada momento te cubrías los ojos con las mangas de tu chaquetin o te acurrucabas en mis hombros... No me digas que...
Shun- ahora me da miedo el ático Hyoga, crees que puedas...
Hyoga- si esta bien, te acompañare al ático...
Rodó los ojos mientras guardaba las vendas en el botiquín. El de ojos verdes respondió con una sonrisa de oreja a oreja y salió de la habitación a saltitos que le parecieron al Rubio un tanto divertidos... O adorables.

Shun- tuturutu...
Tatarateava divertido el menor sin dejar de ves hacia el suelo.
Hyoga- aquí estamos...
Shun- mhhh ve tu primero.
Se estremeció detrás de Hyoga tomando de la camisa del mayor camisa como si fuese un niño pequeño.
Hyoga- entráremos los dos, dame la mano.
Ordeno con un amable gesto en mostrarle la mano para que el chico la  tomara.
Hyoga- mira, una vela, nos ayudara a ver mejor entre toda esta oscuridad.
Continuo avanzando tomado de la mano de Shun.

Después de un rato de estar buscando las pomadas encontraron lo que querían. De nuevo, con torpes movimientos Shun tropezó y dejo caer todas las pomadas que llenaba en sus brazos.

Hyoga- maldición Shun! Ahora tendremos que buscarlas!
Shun- pe-perdón! Sólo fue una accidente! Siempre lo arruino! Primero lo de mi hermano y ahora esto!
Grito con el señor fruncido y haciendo un puchero.
El Rubio de ojos claros y fríos lo observo durante unos segundos con algo de lástima. Decidió comentar después de un momento.

Hyoga- no te preocupes, sólo-sólo tenemos que recogerlas
Shun- no estas enojado?
Cuestiono secándome unas lágrimas que brotaban de sus relucientes ojos verdes cuales reflejaban la luz de la amarillenta luz de la velita.

Hyoga- no... Vamos ayúdame...
Se inclinó y de rodillas se arrastró para recoger las cremas medicinales de Shun, quien también lo imitaba levantando otras cuantas.

Shun- listo, creo que son todas!
Se incorporó rápidamente al mis mi tiempo que su mejor amigo, ambos chocaron de frente y cayeron al suelo, por unos segundos sus respiraciones se habían cruzado y en la boca de Shun todavía prosperaba el fresco y dulce aliento de Hyoga.

Hyoga- perdón... Que estúpido soy.
Se levantó nervioso sin querer mirar a los ojos de su tímido amiguito quien seguía tumbado en el suelo, al Rubio le pareció muy provocativa la posision del menor, ha vierto de piernas y la espalda curveada una de sus manos sobre su nuca y la otra en la que se apoyaba detrás de el.
Sin evitar morder se el labio le volvió a tender la mano, el más chico resoplo sobre sus mechones de fleco verde y tomo la mano con fuerza para impulsarse.

Hyoga- todo bien Shun?
Aclaro con una vos ronca y profunda que estremeció de enseguida al peli-verde.
Shun- si...si! Todo bien.
Sonrojado hasta las orejas respondió sin soltar la mano de Hyoga.
Hyoga- oye, ocupo mi mano...
Pareció orgulloso y arrebatando le su extremidad de entré las de Shun se giró tomando las pomadas dejando atrás al jovencito algo aturdido por lo que había sucedido.

Shun- Hyoga...
Hyoga- te escucho.
Respondió evitando girarse al menor.

Shun- no-no te lleves la vela... Me da miedo la oscuridad...

OYE! Ese es mi hermanitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora