Capítulo 1

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A mi lado.

Algunas veces en la vida, tiendes a tener una racha de mala suerte horrible. No es karma, ni nada parecido, tan solo es una parte de la vida en donde parecen haber pruebas hasta en lo más estúpido.

Es decir, pasan cosas malas para que aprendas de qué se trata la vida realmente.

La verdad es que hay una superstición que dice que por la gran racha de buena suerte que hayas tenido en la vida, tendrás en retribución la misma cantidad de mala suerte.

Pues sí, yo lo tenía todo.

Una familia maravillosa, amigos estupendos, buenas calificaciones, buenos hábitos y buena salud.

Hasta que la vida decidió mandarme a tomar por culo.

Mis padres se divorciaron, mis calificaciones bajaron notablemente, empecé a tener algunos hábitos desagradables y mi salud se vio afectada, de alguna manera, me volví algo enfermiza.

Todo lo que tenía y me quedaba era mi mejor amigo, Park Chanyeol.

Éramos inseparables desde el momento que mi familia decidió mudarse a una zona más tranquila en Seúl, y terminamos compartiendo el patio trasero con la familia de la casa de la derecha; ya que debíamos construir una reja de madera.

Mi padre se hizo buen amigo del padre de Yeol y ambos construyeron una reja de madera con una entrada de por medio, ya que nuestras familias se hicieron cercanas.

Yeol y yo hacíamos todo juntos; nos despertábamos a la misma hora, salíamos a la misma hora, íbamos al mismo instituto en la misma clase por años, comíamos juntos, volvíamos juntos a casa, gastábamos nuestras tardes juntos y con otros amigos... y finalmente nos íbamos a dormir a la misma hora, vigilándonos el uno al otro a través de la ventana.

En medio de nuestras habitaciones, había un bonito árbol de roble... que con los años había crecido fuertemente al igual que nuestra amistad.

Estábamos ahí el uno para el otro, y estoy contenta al decir que nunca tuvimos ninguna dificultad.

Hasta el día que volví de Australia y desconocí a la persona que solía llamar mejor amigo.

Llegué a la madrugada, y mi padre fue a buscarme. Me había recibido alegremente, y me contó sobre el nuevo trabajo que había conseguido en Ilsan, lo que constaba que él estaría saliendo temprano de casa y llegando tarde también. Lo bueno era que algunos días él se quedaría en casa, y yo no estaría tan sola.

Obviamente, había una pregunta que estaba rondando en mi cabeza desde que pisé Incheon, y no me contuve tampoco.

―¿Y Yeol? ―le pregunté, ya que estaba extrañada debido a que mi amigo no respondía mis llamadas, ni mis mensajes... era como si se hubiera desvanecido.

Mi padre no hizo nada más que fruncir los labios: ―Está pasando por un momento difícil ahora... ―comentó con su típico tono de voz que me hacía saber que era mejor no preguntar nada más.

¡Pero yo quería saber!

Se trataba de mi mejor amigo, al fin y al cabo. Y me hacía sentir un poco mal que Yeol no haya confíado en mi, o que no haya intentado ponerse en contacto conmigo.

Pero estaba bien, total, lo vería al día siguiente e intentaría ponerme al tanto. Vería la gravedad de la situación y luego lo apoyaría e intentaría animarlo si se veía mal.

Claro, el día siguiente llegó, pero no tuve oportunidad de salir a verlo o ir a buscarlo, debido a que tuve que arreglar mis cosas y acomodarme de nuevo.

Fue demasiado exhaustivo para ser verdad.

Había vuelto a decorar toda mi habitación color granate, pegué fotografías mías y con mis amigos australianos, posters de grupos extranjeros que había conocido y demás.

Estaba orgullosa de mi misma por haber dominado mi miedo y haber aprendido inglés al derecho y al revés. Aunque al principio me costó, al final me ayudaron mucho y pude lograr dominar el idioma.

¡Incluso tengo un título y puedo enseñar inglés!

Entonces no pude hacer nada más que ir a tomar una ducha, comer algo rápido con mi papá y acostarme a dormir; estaba demasiado cansada.

Al día siguiente, con emoción hice todo temprano. Desayuné con mi papá, y lo despedí para cuando fue a su trabajo.

Cuando se fue, me sentí intranquila. Quería ir a ver a Yeol en ese momento. Entonces ya me puse en la salida de la casa, y empecé a ponerme los zapatos hasta que sonó el timbre.

Emocionada, y pensando que Yeol vino a verme, corrí a la puerta.

Pero un rostro femenino me saludó.

―¡Yura! ―gritó feliz Yoona, mientras se lanzaba para abrazarme. La recibí entre mis brazos y la estrujé en ellas.

―Yoona~

Ambas nos quedamos un rato en ese gran abrazo y luego nos separamos. Antes de que pudiese decir algo, ella notó que me estaba poniendo los zapatos.

―¿Vas a salir? ―me miró inquisidoramente, y yo negué con la cabeza.

―Iba salir a caminar, eso es todo. ―le dije con una sonrisa.

―Oh, vamos entonces... hay dos personitas que se mueren por verte. ―dijo emocionada otra vez. Me deslumbré con su sonrisa. Era tan bonita su sonrisa, que casi me cegaba. Mi amiga era muy bonita, tanto que a veces todos decían que yo era la amiga fea. Claro que nunca les tomé en serio, a mi en realidad no me importa eso.

Entonces me terminé de poner los zapatos, y salí con Yoona afuera. Ambas empezamos a caminar, y mientras que pasábamos por la casa de Yeol, no pude notar girarme a ver su casa. Quería ver si estaba ahí. Necesitaba verlo.

Sin embargo, él no estaba ahí.

―¿Y cómo es Australia? ―preguntó mi amiga, jugando con sus manos. Yo me devolví hacia a ella.

―Bien, el clima es genial. La comida es asombrosa y la gente es divertida.

Yoona me miró pícaramente.

―¿Tuviste algún novio por ahí...? ―preguntó y yo no pude evitar reírme.

―Sólo salí con alguien, después de eso nada más. ―admití, y en ese momento, ya que estaba mirando a Yoona, no vi a la persona que estaba frente a mi.

Así que choqué con esa persona.

―Lo lamento. ―hice una pequeña reverencia, sonriendo. Sin embargo, cuando levanté la mirada... aquellos ojos oscuros me miraban con rencor, sin emoción alguna... ¿odio? No podía describirlo con exactitud.

Sólo sabía que mi Yeol, o más bien, Park Chanyeol me miraba con frialdad.

Desvió la mirada y no me dijo nada, simplemente chocó hombros conmigo y siguió su camino.

Me quedé sin palabras.

¿Qué acababa de suceder?

¿No se supone que los amigos después de no verse mucho tiempo, por lo menos intercambian un saludo?

Me giré y lo vi caminar a paso decidido y enojado hasta a su casa. Aquella manera en la que se viste no es algo nuevo, pero su mirada y su actitud si lo es.

Pensé que estaba viendo a mi amigo Yeol caminar, dándome la espalda. Pero algo dentro de mí, decía que ese era simplemente mi vencino Park Chanyeol yendo a su casa.

Nothing was the Sameゝ『Chanyeol』Where stories live. Discover now