Extraño, ¿me das tu número? ✆ l.s

56.

Maratón 3/3

Se encontraban acostados en la cama del castaño, acababan de hacer el amor y estaban cansados.

-Enserio pensé que no me querías y me engañaste todo este tiempo.

-No, bebé, yo no te haría eso jamás de los jamases.

-¿Nunca?

-Nunca, pequeño.

Louis arrugó la nariz, haciéndolo verse como un hermoso gatito- No soy pequeño, la cosa es que tu eres una jirafa de 9 metros.

-No soy una jirafa, tu eres un gnomo.

-No.

-Sip.

-No.

-Sip.

-Te amo -lo besó-.

-Yo más -le besó la nariz-.

El pequeño desvió su mirada- Mira como te dejó esa perra... -acarició con cuidado su pecho-.

-No es nada de que debas preocuparte.

-P-Pero te dañó.

-Lo importante es que no te hizo nada a ti.

-¿Por qué te golpeaba?

-Em... porque no quería "hacer el amor" con ella, por decir en su cara que soy gay y te amo. No se, estaba re loca. -suspiró- Todo ese tiempo sentí un dolor en el pecho impresionante.

-Yo también. Fue horrible.

-Igual, ahora que estoy contigo y que la policía se la llevó ya nada me importa.

-Eres tan hermoso. -lo abrazó y se subió sobre él-.

El ojiverde levantó una ceja- ¿Segunda ronda?

-No -gimió en respuesta-, estoy cansado -Harry abrió la boca para hablar pero lo interrumpió- pero... quiero hacer algo.

-¿Qué?

-Ven, siéntate y recarga tu espalda en el respaldo de la cama -le hizo caso- ahora... solo... quédate quieto.

Louis se sentó a horcadas sobre él, cada pierna a un lado del cuerpo de su novio y comenzó a mover su desnudo trasero contra la entrepierna de su novio; haciendo que el jadée en su oído.

-Lou...

Siguió moviéndose por un rato más hasta que ambos perdieron la cordura y vayan por su deseada segunda ronda.

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