Hubo un tiempo antes a todo lo conocido donde los hombres vivían con el temor de la noche en sus corazones, el miedo de que el sol se ocultara cada día era una de sus mayores preocupaciones. Al caer el sol todos en aquella pequeña tribu se ocultaban en sus hogares tratando de huir de todo lo que las tinieblas ocultaban bajo su manto.
Vivieron muchos años hasta el nacimiento de Anaid, una hermosa bebé que se convirtió después en una hermosa joven y el orgullo de la tribu, su cabello castaño era una maravilla de contemplar, piel tersa como la seda y ojos creados por los mismos dioses en conjunto.
Anaid era además temeraria, pues una tarde, espero a que el ocaso llegará y el sol cayera, quería ver lo que en la noche se ocultaba, quería saber la raíz del temor de todos sus amigos y familia. Anaid espero a que todos entrarán en sus pequeñas chozas para dormir, y salió a buscar el origen del miedo, camino varios pasos fuera, sola en la completa oscuridad, pudo su mano frente a ella pero no fue capaz de verla, rápidamente comenzó a asustarse, ahí estaba, el miedo que todos sentían cuando el sol se acercaba al suelo, ese era el temor que todos tenían aferrado en su alma.
Ruidos extraños hicieron su presencia detrás de Anaid, su corazón latía más rápido mientras más cerca los escuchaba, el corazón de Anaid quería salirse de su pecho, ella lo sentía. Giró la cabeza y pudo ver una horrible criatura frente a ella, la amorfa bestia alzó su mano dejando ver unas enormes garras, listas para atacar, Anaid sabía que ese era su final, cerró los ojos y espero su inevitable muerte... algo pasó, ella seguía viva y no tenía idea de la razón, abrió los ojos y se vio rodeada de un rayo de luz plateado, venía directamente del cielo.
Nauj en los cielos durante la noche, solo, sin nadie a su alrededor, su hermano Lux iluminaba la vida de todos los humanos durante el día, y cuando estaba cansado dormía dejándolos a su suerte. Anuj un día vio a una joven hermosa como ninguna otra, deseaba tener el don de su hermano, quisiera poder verla siempre, pensó. Su tonto hermano Lux siempre se burlaba de el, pues no tenía razón de existir, o eso pensaban.
El estaba como todas las noches contemplando la oscuridad en la tierra, pero esta vez algo eraeres diferente, escuchó los fuertes latidos de un corazón humano, lo supó en un instante, la hermosa joven estaba en problemas. Nauj no lo dudo ni por un segundo, pidió a los dioses, sus padres, le concedieran el poder de ayudarla. Sus súplicas parecieron ser en vano, los dioses no respondieron. Cuando el corazón de aquella pobre alma en problemas latio tan fuerte que Nauj sintió en su pecho mismo el temor que ella sentía, Nauj sabía que ella iba a morir, lo había visto antes, pero el no iba a dejar que eso pasara, un rayo de luz plateado salió del cuerpo de Nauj, directo a donde estaba la joven, haciendo brillar su hermoso cabello castaño.
Nauj estaba feliz de haberla salvado, pero la criatura aún estaba en el borde del rayo circular que había enviado, la joven gritó pidiendo ayuda, todos asomaron la cabeza, pero ninguno se atrevía a salir por completo, la joven se había alejado de su aldea, era muy peligroso ir hasta donde estaba, quizá un suicidio. Nauj vio esto y se concentró más de lo que el podía hacerlo, extendió el rayo plateado cubriendo toda su aldea alejando a la horrible criatura. Los humanos rápidamente salieron a por ella. Nauj estaba feliz, la joven miró al cielo y sonrió, estaba agradecida. Nauj siguió iluminando la aldea durante toda la noche.
Después de escuchar las réplicas de sus padres por haber salido Anaid sentía algo en su corazón, estaba feliz a pesar del peligro por el que había pasado ella estaba en calma, quería salir y agradecer a su salvador, pero no sería esa noche...
Nauj espero pacientemente a que su hermano se durmiera para poder ver a la Joven nuevamente...
Anaid se quedó despierta mientras todos dormían y cuando se aseguró de que nadie notaría su ausencia, salió en silencio de su hogar.
Nauj Iluminó la aldea por completo, cuando la vio asomarse lentamente.
Anaid se llenó de alegría al saber que el seguía ahí, cuidándola desde el cielo. Se acostó en una capa de césped del campo aledaño, y se quedó ahí viendo a su Salvador durante toda la noche.
No podía dejar de verla, sus ojos penetraban en su alma, viendo todos sus secretos. Ella dormía plácidamente, cuando escucho a su hermano despertar, rápidamente fue haciendo tenue su luz hasta que su hermano lleno por completo el mundo con su brillo.
Lux le preguntó a Nauj que hacía despierto, pero el no respondió.
Anaid despertó cuando el sol se asomaba, entró rápidamente a la cabaña donde se recostó esperando a que los demás despertaran.
Así pasaron los días, Anaid salía todas las noches a ver a su salvador, siempre a la misma hora.
Lux comenzaba a sospechar algo y una noche fingió estar dormido, fue ahí cuando vio la habilidad de Nauj y su amorio con aquella joven. Lleno de celos y rabia, un día mientras Nauj dormía, Lux llamo a la oscuridad y le ofreció un trato. Le dijo que le daría la oportunidad de matar a quien una vez se había reído de ella, pero que debía ser rápida, pues no podría detener a su hermano por mucho tiempo. La oscuridad aceptó pero antes de que se fuera dijo: matarla sería muy sencillo, si quieres que sufra realmente, voy a ocultarla, me la llevaré a un lugar donde ninguna luz podría llegar y así jamas se verán de nuevo. Lux quedó conforme con el trato y dejó marcharse a la oscuridad.
Anaid espero como todas las noches para ver a su salvador y nuevamente ahí estaba él... Se sentó a observarlo, a pensar en cómo sería tenerlo de frente...
Nauj la amaba, estaba seguro, pero era imposible estar con ella, eran de mundos diferentes, mientras pudiera verla todas las noches el estaba conforme.
De pronto Nauj escuchó a su hermano despertarse, y antes de poder apagarse Lux lo detuvo y le dijo: hermano mío, no trates de ocultarme, lo se todo y hoy también se acabará tu felicidad. Lux se puso frente a Nauj impidiendo que su luz llegara a la tierra, no podía ver nada, solo escuchaba los pasos de la criatura y el corazón de su amada.
Anaid vio como la luz de su salvador se hacía cada vez más débil, pero no sintió miedo, sabía que el la salvaría, que nada malo podría pasarle.
Nauj luchó con todas Sus fuerzas para librarse de Lux, pero estás fueron en vano y no sirvieron de nada. La oscuridad se la había llevado.
Anaid sintió las garras de la muerte llevándola con ella mientras una lágrima de tristeza caía por su mejilla, esta vez su salvador no había podido rescatarla...
Lux se quitó de Nauj dejando de nuevo pasar su luz plateada, pero la joven ya no estaba. Su hermano río triunfante mientras Nauj lloraba la muerte de su amada. Lux dejó de reír y le dijo a su hermano que no estaba muerta, la oscuridad la había escondido hasta que el la encontrara...
Desde ese día Nauj ilumina el mundo por completo, esperando algún día poder ver a la única persona que realmente amó.
