Jamás me imaginé que el mundo podría llegar a estar en este estado, con tanta escasez de agua, alimentos, extinción de muchos de los animales plantas y lo más triste de todo la pérdida de muchas vidas humanas. Solo hemos sobrevivió unos cuantos y lo que conocíamos antes ya no es igual, me han hablado de países, ciudades pero eso ya es cosa del pasado, ahora lo que hay son tribus como la de los Danteses, los Gajos, los Taítes, los Zalcones y otras muchas.
Os estaréis preguntando que como pudimos llegar a esto solo se que el sol ha quemado todo, tenemos que tener mucho cuidado por que si no tenemos un sitio donde pasar el día nos asamos como cochinillos, y por la noche es importante tener una buena manta o fuego para calentarte en las heladas noches de este mundo.En este mundo desolado y casi muerto, nació mi mejor amigo Alfonso, el tuvo que afrontar grandes aventuras y problemas con tan sólo dieciséis años pero como toda historia tiene un principio, la de Alfonso empieza por su nacimiento.
Nació en noviembre aunque en verdad los meses son todos iguales, altas temperaturas, mucho sol por el día, pero por la noche temperaturas muy bajas y una buena visión de las estrellas que están en el cielo. Alfonso nunca me habló de su madre, es muy reservado con ese tema, la única información que tengo es que se llamaba Alicia y que falleció en el parto por una cesárea mal practicada, normal no es que tengamos una buena sanidad con sus médicos, hospitales, medicinas, bla, bla, bla. Pero Alfonso tenía a su padre, que puso todas sus fuerzas en que el creciera fuerte, sano y feliz. No le fue difícil ya que era uno de los pocos científicos que quedaban en el planeta, trabajaba mucho para poder llegar a mantener la casa y que no le faltase un plato de comida en la mesa a Alfonso.
En cambio yo soy la otra cara de la moneda, el "abandonado", como todo el mundo me llama. Ese mote me lo pusieron en el orfanato de la ciudadela por que mis padres me dejaron a las puerta de la ciudadela, en verdad mi nombre es Raúl pero nadie sabía mi nombre hasta que conocí a Alfonso. Ahora vivo en la calle, pero antes en el orfanato y prefiero la calle, digamos que el servicio de habitaciones no me dejo del todo satisfecho. Por ser fuera de la ciudadela no tenía derecho a nada, dormía en una piedra, sin nada con que taparme para poder pasar las frías noches, la comida del orfanato para mi era solo pan. Así que por eso y por otras muchas cosas decidí escaparme, no hice una gran huida, sólo salí por la puerta, total no les importaba ni un carajo. Me hice mi pequeño hogar con cuatro trozos de madera haciendo de paredes y un trozo de metal por techo. Solo tenia una camita que me hice con trapos que la gente tiraba, estaba situada en la plaza del mercado, que está situado en el centro de la Ciudadela. El mercado siempre esta lleno de muchas cosas nuevas, productos de otras tribus aliadas, chatarra, armas, agua. Nuestra tribu La Ciudadela es una de las más potentes gracias al padre de Alfonso, que creo una maquina que genera agua potable, eso nos permite sobrevivir fácilmente en este mundo tan desértico. Gracias a esa maquina somos el mayor punto de mira de nuestros enemigos, que cada dos por tres nos intentan robar la maquina.
La maquina no es que de mucha agua, pero cada gota cuenta en este mundo, por eso para que "todos" tengamos acceso a ella, solo podemos usar unos cuantos litros al día no se exactamente cuanto pero creo que ronda los 5 litros para cada casa de la Ciudadela, pero no todo el mundo puede tener agua por que tiene que pagar por ella y digamos que es muy cara, unas 100 papeles que ya se cuanto equivale en euros unos 200 euros solo 5 litros.
Como ya os he contado mi casita, esta en una de las calles que dan al mercado, no hay día que no me levante oyendo los gritos de los comerciante, intentando llamar la atención de los clientes, es un despertar un poco desagradable pero al menos nunca me quedo dormido. Después de despejarme y quitarme las legañas con la mano, me pongo en busca de mi desayuno, lo que viene siendo rebuscar en la nasura o coger "prestado" comida de los puestos, no os engañéis no es robar, es sobrevivir.
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Contigo hasta el fin del mundo
RandomEl mundo ya no es lo que nosotros estamos acostumbrados, en ese mundo nace un niño llamado Raúl que cuenta su vida y como le pudo cambiar de ser un huérfano y sin nadie en su vida, a conseguir unos amigos increíbles, que pasaran muchas aventuras en...