Tu Oscuridad

7

Capitulo siete: Luce..?

Lucy y Natsu estaban caminando por las ramas y ese tipo de cosas, el mago de fuego estaba delante de la rubia debido a la seguridad de esta misma. Al cabo de unos minutos más, encontraron a Erza y Gray, los cuales estaban viendo a su alrededor de forma pronta y rápida.

–Natsu. –Erza lo nombro en el mismo momento que lo noto, el peli rosa le hizo un gesto de saludo con la mano, y debido a ello, algo se colocó debajo del cuello masculino.

–Tch. –Gray por alguna razón coloco su espada de hielo precisamente abajo del mentón del peli rosa, este último, solo se quedó viendo al peli negro con una mirada fría.

–Natsu, ¿Qué demonio eres exactamente?

–No tengo porque decírtelo, si te digo me mataras, pero si no lo hago no lo harás.

– ¿Por qué estás tan seguro?

–Por qué podría no ser importante para ti.

Ante ello el peli negro hizo que su espada desapareciera, en ese momento, el peli rosa vio a la mujer de cabello rojo, y esta última, solo avanzo al de forma seria.

–Natsu, ¿Estas bien?

–Si, por ahora, debemos ir al gremio. –Ante ello la maga asintió con su cabeza, Lucy, simplemente vio al peli rosa de manera fija, y el, desvió la mirada para que de esa manera viera al cielo.

Inmediatamente Titania le golpeo levemente la cabeza, provocando una mala impresión en el mago dragón.

– ¿Qué mierda...?

–El gremio queda a muchos kilómetros, recuerda que Mard destruyo el barco, y no podemos volar.

–Pues Lucy y yo si podemos hacerlo.

– ¡Natsu!–Lucy replicó aquella frase otorgada por el peli rosa, este, solo la vio de manera inmediata.

– ¿Qué? Tenemos que volver pronto.

–De acuerdo.

–En fin–Dijo el peli rosa viendo nuevamente a la chica de cabello rojizo. – Lucy se llevara a Hielera y yo te cargare a ti.

– ¿Puedes traer tu transformación?

–Si. –Ante ello Lucy dio un paso para atrás, inmediatamente se lograron ver esas ala que nunca antes habían sido vistas. Natsu extendió sus alas negras, idénticas a las del demonio que poco antes lo había tratado de matar. Solo se diferenciaba en que aquellas alas eran más grandes.

–Wooow.

– ¿Subes?–Natsu lo dijo extendiéndole la mano a Titania, esta, solo asintió tomando la mano del chico.

– ¿Y cómo llevo a Gray?–Lucy lo dijo mientras sacaba sus alas negras, en ese momento Natsu mantenía a Erza sujetada al igual que una princesa, y ella, mantenía un agarre en el chico sosteniéndose de su cuello.

–Luce, ingéniatelas.

–Tch, Lucy, solo tómame en la espalda, no peso tanto.

Ante ello el peli negro rio de manera notoria, y simplemente junto sus dos manos para crear una cadena de hielo.

– ¿Gray?–Lucy lo vio temiendo, en ese momento, Gray coloco aquella cadena en la cintura de la rubia.

–Alza el vuelo, creare una cometa de hielo, así podrás arrastrarme por el cielo. –Ante ello la rubia asintió y decidió elevarse en el aire, Gray lo hizo creando una cometa unida a la cadena, y el peli rosa alzo el vuelo con la peli roja en brazos.

(....)

–Llegamos. –Natsu bajo a tierra firme segundos antes que Lucy, era nuevamente de noche y estaban frente al gremio de Fairy Tail. Gray estaba entrando con el ceño frunció al recinto, y Titania se bajó del dragón para así agradecerle y entrar al gremio emocionada. Natsu solo bostezo para que poco después girara e hiciera desaparecer sus alas negras. Lucy lo vio y tomo del brazo en el momento que el peli rosa la vio con el fin de detenerse.

– ¿Luce...?

–Natsu, quédate a mi lado. Tengo un mal presagio. –Lucy lo dijo mientras veía al chico con ojos de súplica, en ese momento, el chico solo asintió y posteriormente comenzaron ambos a avanzar en dirección a su hogar, específicamente a del la rubia.

Al llegar ambos chicos suspiraron, e inmediatamente cerraron la puerta en totalidad. Lucy vio la forma en que el peli rosa se dirigía a su baño privado, y exaltada avanzo a él con absoluta preocupación.

– ¿Qué vas a hacer Natsu?–Interrogo increíblemente enfadada, Natsu se detuvo para así verla.

–Me quiero dar una ducha. ¿Me dejas?

–Cielos, está bien.

De esa manera el peli rosa se quitó su bufanda para dejarla en uno de los sofás, junto a ello entro al baño que pertenecía a la chica, y al adentrarse en el ella solo suspiró de forma pesada e inmediatamente se dirigió a su cuarto, al llegar a este abrió su armario.

Mientras ello pasaba Natsu continuaba otorgándose a sí mismo una reconfortante ducha, la necesitaba desde hacía ya tiempo. Mas sin embargo, no lograba sentir la forma en que el tiempo pasaba en ese lugar.

De esa forma los minutos pasaron, y al cabo de una brevedad Lucy golpeo la puerta que pertenecía al lugar en que se estaba Natsu.

–Natsu, aquí está tu ropa, la dejare en el sofá.

– ¡Vale!–Se escuchó la forma en que el respondía desde el interior de la ducha. Lucy solo obedeció a si misma e inmediatamente se dirigió a su cuarto.

Al cabo de unos minutos más tarde el peli rosa salió de aquel lugar, y al ver a la salida solo tomo sus prendas y se introdujo a la otra vez.

(...)

–Luce, he terminado. –Natsu estaba caminando a la habitación en que debía de estar la chica a medida que su cabello permitía dejar gotas de agua. Al cabo de unos pasos había logrado el llegar. Pero no encontró a esa chica en aquel lugar. Al mismo tiempo no está en ningún otro lugar.

El mago de fuego opto por suspirar y comenzar a caminar a la cama de la chica, en ese momento noto un papel encima de la cama. El peli rosa increíblemente confuso lo tomo con una de sus manos y lo desdoblo con el claro propósito de leer aquella nota.

En esta aparecía una letra impropia de la rubia, era más desordenada que la de esta, pero aun así logro leer.

Natsu, no, no soy Lucy. Pero soy alguien que sabe en donde se encuentra. Veras, tengo de asegurarme de tu asistencia a un evento sumamente importante, por lo cual ella es mi seguro. Si no vienes a este evento tan importante el seguro se perderá, y claramente ella morirá.

Debido a eso, te exige el hecho de que vengas solo, y al mismo tiempo, que sea esta madrugada. En pleno bosque.

Te lo advierto, si vienes con alguien o alguien te sigue, despídete de verla respirar otra vez.

Natsu termino de leer aquel papel, e inmediatamente hizo sonar su lengua en un gesto de enfado total, frunció el ceño y solo olfateo de forma rápida, mostrando en sus ojos un rencor indescriptible.

–Zeref... me las pagaras.

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