Era una tarde soleada en el colegio Anglo Americano. Los niños pequeños, estaban ocupando las canchas, haciendo que sus cabellos se elevaran y sen rociados por la suave brisa del viento al correr. Otros leían bajo los árboles, otros saltaban lazo en los pasillos, y otros solo hablaban sin motivo alguno en las gradas exteriores esperando a que acabe el recreo. Pero ese no era el caso de los de preparatoria, estaban todos en sus respectivos salones, haciendo unos aburridos exámenes finales, de la peor materia-en la opinión de muchos-, Geografía. Y justo en el salón 6° C, había alguien, cuyo nombre era Juan Sandoval, que ya había acabado, y se dedicaba a ver como las nubes se movían solemnemente, y como el sol ya estaba ocultándose tras las lomas de montañas que se encuentran tras el cercado de la cancha de fútbol. Ya algunos estudiantes estaban entregando sus hojas, y el reloj marcaba las 10:47, en 3 minutos acabaría el examen y podría ir a merendar. No había nada que le produjera más placer que salir de un examen e ir a la tienda escolar a comprar una botella de Pepsi y unas papas de limón. De repente el silencio acabó y el chirriante >>RIIING<< de la campana sonó.
-¡Ya pueden salir, vayan en fila!-.Exclamó la maestra, acomodó los exámenes y abrió la puerta. Algunos salieron en orden u otros corrieron apresuradamente,los únicos que todavía estaban en el salón eran Juan,quien estaba esperando a su mejor amigo. el fastidioso-y un poco (Mucho en realidad) torpe- José y el mejor amigo de Juan, Rafaél. De repente, y rompiendo el silencio de el aula, Rafael se paró y le entregó el examen finalizado a la maestra. La maestra le hizo un ademán de exito y los dos compañeros salieron por la puerta.
-¿Cómo te pareció?-.Preguntó Rafael, quien acompañaba a Juan a hacer fila para la tienda.
-¿Ah?-.Preguntó Juan distraido, había algo que no le agradaba en la atmósfera, simplemente no lo sentía....Usual.
-El examen-.Dijo Rafael con un tono sonso, en protesta de burla hacia su amigo.
-Fácil, supongo. ¿No lo notas?-.Preguntó Juan soltando su idea, lo estaba atormentando, lo que sentía no era normal, y tenía que averiguar que pasaba.
-¿Notar qué? ¿Tu mal aliento?-.Bromeó Rafael.
-Estúpido-.Susurró Juan, alzó la voz y dijo-.Eso, como si todo estuviera, tenso...No lo sé. ¿No sientes raro este día?
-Ehm, no.-Respondió Rafael escéptico.-¿A que te refieres?
-No lo sé. ¿Sabes? Olvidalo-.Le respondió y se percató de que había mucha menos fila. Asi que avanzó y fue a la tienda.
-Buenos días-.Le saludó amable la vendedora.
-Buenos días-.Le exclamó Juan, y le extendió un billete de $2000 y una moneda de 500-.Por favor, regaleme una Pepsi y papas de limón.
-Claro, oye-.La vendedora bajó la voz-.¿Que es eso de lo que los chicos están hablando?-Juan no se enteraba de nada, no había escuchado nada nuevo, tal vez era la presión de estar en esa cupula de libros y exámenes.
-No lo sé-.Respondió Juan encogiendose de hombros.
-Creo que yo si-.Soltó Rafael-. ¿Habla del video del...caminante?
-Si, algo así lo llaman,¿Que es?-.Preguntó la vendedora. ¿Caminante? Que era esa palabra, Juan sentía aun más intriga por descubrir que había de raro en ese día.
-Verá, un sujeto, se desmayó, iba en un andén, pero de repente, se levantó. Segun ví, tenía la piel mas gris. Una señora fue a ofrecerle ayuda, pero el la agarró de el cuello y le mordió la nuca. Es horrible.-Respondió Rafael
-Oh, ¿Crees que sea real?-.Preguntó la vendedora horrorizada.
-No, son solo rumores de Internet, como esa vieja moda de las cadenas de-.Rafaél entonteció su voz-."Si no compartes esto, tu mamá morirá en 20 minutos". Ya sabe, patrañas.
Rafael y Juan se destinaron a irse pero la vendedora los llamó.
-¿Que ocurre?-.Preguntó Juan.
-Tomen, de cortesía-.La vendedora les pasó un paquete de golosinas por debajo y les guiñó un ojo.
-Gracias-.Exclamo Rafael-.Tenga un buen día.
-¡Igualmente!-.Exclamó ella.
El ring de la campana sonó y ya los alumnos empezaron a ir a sus salones, aunque por algun extraño motivo, Juan vio a uno o dos estudiantes MUY palidos. Como si fueran muertos, pero vivos. Era confuso. Se estaba destinando a abrir la puerta cuando de repente, sonó la ensordecedora alarma de emergencia. ¿Que sería? Juan agarró a Rafael de la manga y salieron corriendo a su punto de encuentro-Que era la cancha de basketball-Ahí solo encontraba a una niña con la que no hablaba mucho, que si mal no estaba, se llamaba Alison, y tambien las chica mas guapa del grado-O por lo menos así lo creía Juan-, se llamaba Alejandra, estaba acompañada de su hermana de igual edad, llamada Sara, y de su mejor amigo Nicolás, a quien todos llamaban Yepes, ya que ese era su apellido.
-¿Que ha pasado?-.Preguntó de repente Alejandra.
-No lo sé, ¿Será un simulacro más?-.Preguntó Juan sonrojado, era la primera ves que ella le hablaba.
-Supongo-.Respondió ella y se abrazó de Yepes, mientras Sara hablaba distraida con Alison.
-¿Que crees que sea Rafiña?-Así es como todos llamaban a Rafael (O por lo menos, los amigos de Rafael v':)-Preguntó Juan
-¿Crees que esté relacionado con los caminantes?-.Preguntó bromista.
-¡¿Qué!? Tu mismo lo dijsite, son rumores-.Le dijo su amigo exhaltado.
De repente, el silencio se rompió por un suave pero escalofriante gruñido, ahí venía Jose. Gruñendo, tenía la piel marrón grisesco y caminaba muy lento, tenía un gran arañón en el pecho y caminaba directo a Alejandra, que era la que más cerca estaba de él. De repente, Jose cayó y se golpeó la rodilla, pero pareció no darse cuenta, porque seguía gruñendo arrastrándose a Alejandra. Alejandra decidida fue a ayudarlo, pero algo no pintaba bien, cada vez que se acercaba, el alargaba más su boca. De repente, le salieron sangre de los ojos y sacó su mano, que era verde claro-casi del tono de la tierra fresca- y la agarró de la pierna. No pintaba bien, rpentinamente, Juan cayó en shock.
----Continuara----