:.Único capítulo.:

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Y ahí estaba ella, tan radiante como siempre, salvando a París de las garras de los akumas. Era perfecta, valiente, fuerte, amable. Chat noir estaba completamente enamorado de ella, no podía dejar de mirarla, y menos cambiar su cara de bobo. Ella purificó a la polilla negra y cuando la libero se volteó y miró a su espectador.

-¿Qué? ¿No planeabas ayudarme? - Se acercó a él y le estiró de las mejillas haciendo que se quejara del dolor. - ¡Todo este tiempo en vez de ayudarme te quedaste ahí mirándome sin hacer nada! ¿Qué tengo? ¿me manché la cara o algo por el estilo? - Seguía estirando con fuerza los cachetes de Chat noir que solo se quejaba del dolor.

-Ay, lo siento my lady, es que cada vez esta más radiante para mí, no puedo evitarlo, ay, ay - Respondió su compañero entre quejidos de dolor. Ladybug soltó sus cachetes sonrojandose levemente, pero luego se cruzó de brazos y desvió la mirada.

-La próxima no te conviertas en Chat noir solo para mirarme - Se volteó decidida a irse, pero Él se adelantó y sujetó de su muñeca.

-¡Ladybug! Espera, tengo algo que decirte - Le hizo voltearse. Ella le miraba con sorpresa ante el sonrojo que comenzaba a nacer en sus mejillas, aunque también le seguían ardiendo por el estirón que le dio su amada, que por cierto, aunque le haya dolido había disfrutado que su lady le haya tocado las mejillas.

-Chat, no tengo tiempo ahora, se me esta acabando mi trasformación - Dijo ella señalando a sus aretes de forma de mariquitas que solo tenía un par de puntos negros. 

-Siempre dices lo mismo, pero esta vez no dejaré pasar la oportunidad que tengo de decirte algo importante, por favor espera tan solo un momento - Le suplicó con mirada de gatito tierno que ella no pudo resistir.

-Bien, pero que sea rápido por favor, también tengo tarea que hacer - Dijo ella y por fin su muñeca fue liberada de su compañero quien ahora estaba emocionado y al mismo tiempo nervioso.

-Verás... hace tiempo que quería decírtelo... - Sus ojos azules estaban plantando su mirada a la suya, poniéndolo así más nervioso. - Ladybug... yo... yo... - Luchó con todas sus fuerzas contra su vergüenza y timidez hacia su respuesta. Se acercó más a ella aún intentando sacar las palabras de su boca. Ella se cruzó de brazos pero no se movió de su lugar. Él cada vez estaba más cerca suyo. - Yo...- Él parecía hipnotizado por su mirada, esos ojos tan lindos y pestañas largas le volvían loco y lo ponían débil.

-Chat, te dije que seas rápido - Ahora su mirada se cambió a una indiferente y Chat Noir quedó mudo. Él se inclinó rápidamente para plantarle un beso en la boca. Al fin, al fin había cumplido su deseo de sentir los labios suaves de su compañera, de Ladybug, la chica que lo tenía embobado. Disfrutó de ese momento, llevó sus manos a sus caderas y las deslizó hacia atrás de ella para así atraerla hacia él, consiguiendo profundizar el beso. El hecho de que ella no demostraba desagrado ante ese beso y no lo había empujado lejos de él, ni irse corriendo por los tejados de París huyendo de los sentimientos del chico, estaba haciendo que Chat noir se enamorara más de ella, sintiendo como en su estómago revoloteaban millones de mariposas y su corazón se acelerara a un paso que se sentía bien.

Él fue quien se separó de los labios de su lady, creía que era suficiente para demostrarle sus sentimientos, además que le faltaba el aire. Cuando vió el rostro de su amada notó que seguía con la misma expresión de indiferencia, lo cual confundió mucho al chico.

-¿Y? ¿Qué me querías decir? - Seguía con los brazos cruzados esperando a que hablara. Al escuchar esto Chat noir sentía que se desvanecía. ¿Acaso su lady no entendió que ese beso era de amor? ¿Acaso besar era normal para ella? ¿Por qué tenía que ser tan fría antes sus sentimientos?

Dime tu identidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora