Había una vez, en un lugar muy lejano, un pueblito llamado Tokratoa. En ese pueblo se encontraba, a orillas de un volcán, una casucha muy fea y descuidada en donde vivía Anacleto junto a su hermano menor llamado crispi, ellos vivían solos ya que sus padres murieron aplastados por un meteorito hace algún tiempo.
Un día, Anacleto y Crispi se dirigían a su colegio, pero como estaban atrasados decidieron tomar un atajo. Lamentablemente se perdieron, pero al mismo tiempo encontraron un lugar raro y mágico. Todo era muy colorido, habían dulces por todas partes y había hasta un río de chocolate, habían juegos y también muchos animales extraños que vomitaban chubis.
Anacleto conoció a un gato mitad caballo y lo llamó Cato. Los hermano se hicieron muy amigos de Cato. Luego de un rato decidieron dar un paseo al lado del río de chocolate, pero Cato se tropezó y cuando estuvo a punto de tocar el chocolate del río con su pelaje, los hermanos agarraron a Cato de la cola, salvándolo de morir ahogado en chocolate.
Desde lejos una mariposa obesalos observaba, era tan obesa que a penas podía volar, y esta se sintió tan celosa de Cato que llamó a sus amigas, las otras mariposas obesas y fueron todas a atacar a Cato y a los hermanos tirándoles rayos lacer con unas mini pistolas.
Cato no sufría ningún daño, pero vió que los niños lloraban como unas nenas. Los tomó con su cola y se los llevó de ese pueblo.
Los tres se fueron a Francia para vivir debajo de la torre Eiffel, se cobstruyeron una casa invisible y luego robaron una tienda para conseguir aparatos electrónicos. Cuando llegaron a su casa se sentaron muy cómodos en el suelo y vieron sekaiichi.
FIN
