Capitulo 1.- 출혈 겨울 (Bleeding Winter)

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Era una noche fría, helada, estaba nevando, Justo habíamos salido de un cine que se hallaba en el centro de la ciudad, Taehyung iba agarrado en la parte del ante brazo, estábamos caminando lentamente hacia el coche que este estaba aparcado unas manzanas más adelante, notaba como Taehyung tiritaba con levedad y como sus suaves labios te tornaban de color lilacio, me moría por besar aquellos labios, pero en cambio de eso, intenté establecer una conversación amena para que aquel incomodo silencio acabase por un momento.

- Madre mía, casi no había cuajado cuando entrabamos.

- Esta todo precioso...

Sonreí no podía estar más feliz estando una noche solo con él, ya que los otros días tenía mucho ajetreo en el trabajo y no podíamos disfrutar del tiempo juntos, pero al darle las vacaciones de navidad sabía que íbamos a estar juntos todo el tiempo del mundo, y no dudaba ni un segundo de que eso iba a suceder y serían las mejores navidades que hayamos podido disfrutar juntos.

Ladeé la cabeza con intención de depositar un dulce beso sobre la frente de este, cosa que hice al instante, recibiendo entonces una hermosa sonrisa del contrario como regalo, cosa que hizo que me contagiara y le devolviera otra de mis tontas sonrisas a este, estaba completamente feliz, era una noche maravillosa, hermosa, preciosa, sin embargo era mi noche, y tenía que disfrutarla con quien más quería en este mundo, mi querido Taehyung.

Seguíamos caminando sobre aquella blanca nieve que cubría cada asfalto que pisábamos, ya solo quedaban unos cuantos minutos para llegar al coche que se encontraba aparcado en uno de los restaurantes más famosos de la ciudad llamado ''House of cards'', aquel fue uno de los restaurantes que marcó nuestras vidas, una de las más bonitas etapas que a marcado nuestras vidas, después de muchas otras.

Nos adentrábamos en el coche después de unos escasos minutos, corriendo ya que cada vez comenzaba a nevar con algo mas de fuerza y el frio comenzaba a ser mas notorio y molesto que anteriormente, Taehyung suspiraba una vez subido en el coche mientras soplaba levemente sus manos, juntando estas a su vez, el color de sus manos estaban en conjunto de los labios, pero sabia que después de unos minutos iban a volver a su color natural, aquel color que tanto me encanta, aquel rojizo que tanto me fascinaba.

Comenzó a sonreírme con una amplia sonrisa, dios, era hermosa, era la sonrisa mas bonita que nunca había visto, supongo que esa sonrisa que primera vez vi fue la que me enamoró de él, no podía evitar devolvérsela, era inevitable.

- No siento los dedos... - Dijo sin más, acercando las manos juntas hacia mi. Elevé ambas cejas, situando mis manos sobre las suyas y comenzando a frotar con algo de rapidez unos segundos, dejando después un seguido beso sobre estas. Seguía sonriendo y eso me hacia que me derritiera por dentro, solté una pequeña carcajada y tiriantando yo también del frio comencé a arrancar el coche, este comenzaba a frotarse sus manos sobre mi chaqueta, cosa que me hizo bastante gracia a decir verdad, parecía como si se tratase de un niño pequeño, me encantaba que fuera así, su personalidad, todo, me encantaba de él.

- Ya está, ya está.. –Murmuré casi para mi mismo mientras comenzaba a separar el coche del asfalto y me dirigía hacia la carreta con dirección a mi casa.

Tras unos minutos decidí encender la radio en busca de alguna de alguna cadena que nos gustase, aunque decidí poner una cadena que no le gustara al contrario ya que queria picarle como muchas de las veces hago. Se ve tan adorable cuando se enfada o se molesta, que siempre que puedo intento hacerle rabiar con cualquier cosa.

- Oh..Big Love. –Decidí darle mas fuerza para que este le molestara con mas facilidad, Taehyun comenzó a mirarme de una manera como si fuera a matar al mundo entero, odiaba esa canción, yo simplemente me dedicaba a tararearla con una ladina sonrisa mientras miraba a la carretera y me fijaba de vez en cuando en el retrovisor.

- Sabes que no me gusta esta canción. -No me quitaba la mirada de encima y eso me hacia sonreír con mas libertad terminando por sonreír ampliamente finalmente.

Comencé a tararear con mas fuerza mientras miraba a la carretera, como si sintiera la canción, como si estuviera en un concierto de rock o algo parecido, hasta que un gallo se apoderó de mi y comencé a soltar pequeños gritidos agudos que eso hizo que una fuerte carcajada saliera de la boca de Taehyung.

- ¿Puedes cambiar de emisora? –Dijo mientras no paraba de reírse sin apartar la mirada de mi ni un instante, pero yo solo le respondí cantando con más agudos y más entusiasmo que antes, haciendo que este se riese con más fuerza y aquellos ojos de color café se cerraran con cada carcajada que emitía. Terminando por reírme con pequeñas carcajadas.

- ¡Por favor, para! –Taehyung no paraba de reírse y eso me fascinaba.

- Si te encanta, se yo que te encanta, Tae.. –El solo sonreía, mientras que frenaba en una parte de la calle ya que no me apetecía ir tan rápido hacia casa, dejando ver una bonita vista de la ciudad, hasta que Taehyung apagó la radio y comentó:

- Oye... Tengo una teoría, que cuando una persona quiere salir con otra tiene que hacerlo en un coche.

- ...¿Qué? –Estaba confuso, no entendía nada de lo que decía.

Taehyung comenzó a quitarse el cinturón con cuidado ya que sus manos seguían congeladas, dejando este a un lado, comenzó a acercarse hacia mi rostro mientras yo solo me dedicaba a seguir su mirada. De repente sentí sus labios sobre los propios, los cuales no tarde ni un segundo en corresponderle. Aquellos suaves, carnosos labios me estaban matando, notaba como pequeños cosquilleos recorrían por mi interior.

Pero yo también tengo una teoría, la teoría de los momentos, los momentos que impactan.

Pasados unos minutos, sentí como un coche se entrellaba con el mío, haciendo que me balancease contra el volante, mientras observaba como Taehyung salía disparado por la luna de adelante terminado en segundos sobre el maletero del coche, el ultimo recuerdo que tenía era su rostro ensangrentado con los ojos cerrados, haciendo que numerosas lagrimas corretearan sobre mis mejillas con toda la libertad del mundo, terminando minutos después desmallándome a la par que llevaba uno de mis manos hacia una de las del contrario.

Según me contaron, Taehyung se encontraba en la camilla con gravedad totalmente ensangrentado, se encontraba lleno de cables. Tenía un AMBUC sobre la boca, para que pudiera respirar, para que tuviera oxígeno en su interior, para que pudiera vivir.

Yo mientras tanto me encontraba en otra sala, me abrieron la camiseta por la mitad, también me pusieron una de las otras máquinas para el oxígeno. Amigos, familiares, en cuanto se enteraron vinieron corriendo hacia el hospital, no sabían que había pasado, estaban confusos, conmovidos, lágrimas, infinitas lágrimas vagaban con libertad sobre sus rostros, unos de pie, otros sentados, esperando al menos un pequeña información que le dijeran que estábamos al menos con vida.

El collarín era molesto, sentía como volvía en sí. Abrí los ojos en busca de alguna luz, de algún rostro que pudiera decirme que todo iba bien, que Taehyung estaba bien, necesitaba oír esas palabras, que me quitaran la preocupación que me estaba comiendo por dentro, ¿Dónde estaría Taehyung?, ¿Estaría bien?, sentía como se me nublaba la vista, cerré los ojos varias veces, volviéndolos a abrir pocos segundos después, hasta que una de las cientas lagrimas comenzaron a cesar terminando en aquellas blancas sabanas que cubrían mi fría espalda.

Mi teoría es que esos momentos impactantes, esos destellos de gran intensidad que ponen patas arriba nuestras vidas son los que acaban definiendo quienes somos. 






House of cardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora