Absurdas.

La guerra de los 100 unigasos.

-Me pregunto por qué existen los unicornios y los pegasos.

-Porque molan.

-Ya, si eso ya lo sé, Fannie.

-¿Entonces?

-Me refiero a que por qué hay dos. ¿Por qué no hacer uno solo que tenga cuerno y alas? ¿Para qué dos seres?

-Nadie es perfecto y, si tuviesen los dos, serían majestuosamente superiores al resto.

-Sigo pensando que molaría más una difusión entre ellos.

-¿"Difusión"?

-Sí, que se junten, se mezclan y ¡Pum! tenemos nuestro unigaso.

-Ah, querrás decir "fusión".

-Como se diga. ¡Sería tan chulo! ¡Yo quiero tener un unigaso!

-A mi me gusta más llamarle pegarnio.

-Suena como si le fueses a pegar. ¡Ay mi pobre unigasito que me lo quieren violar!

-Tu querido unigasito es masoca* y se dejaría.

-Creo que ya basta de ser obscenas así que...¡Auch! ¿A qué ha venido esa patada? ¡Atrás engendro, tengo una piel de mandarina y no me da miedo usarla!

-¡Nunca le vencerás a mi yogur de muesli!

-¡¿Qué te juegas sádica desvirgadora?!

-¡Me juego el nombre del pegaso-unicornio!

-Uy, me temo que hay demasiado en juego, mejor hacemos una batalla a vida o muerte.

-¡¡Morirás bocachancla!!

-¡Antes muerta que sencilla!

-¡¡¡A la cargaaa!!!

*Chocan los alimentos
y ambas caen al suelo*

-¡Ay! Se me ha metido líquido de la piel de mandarina en los ojos.

-Puaj, estoy cubierta de yogur.

-¡Jajaja! ¡Parece que se te hayan hecho popo encima cien palomas con diarrea!

-¡Y tú pareces el jorobado de Notredame con esa cara!

-Creo que sería mejor no obligar a los unicornios y los pegasos a aparearse.

-Sí, vamos, tengo que lavarme el pelo antes de que se me quede el olor a lácteo.

-Ese olor va muy bien con tu estilo.

-¿Acaso quieres otra guerra?

{☆☆☆}
-Masoca: masoquista.