Me pregunto que tipo de sonido haría mi puño al golpear su estómago... O si en un golpe de suerte -literalmente- alcanzo a darle en la entrepierna.
-¡Vale, vale chica! Lo siento- Se disculpa Chris poniendo sus ojitos tristes, sin hacer faltar su eficaz puchero entre los labios. -Pero debes darme crédito, sin mí ya hubieras reprobado.-
Lamentablemente, es cierto.
-¡Pero eso no es excusa para darme en la cabeza con tu libro!- Exclamo mientras trato de darle mínimo un manotazo.
Y como era de esperar, fracaso.
-Sí mi vida, por ti hago cualquier cosa una excusa. - Dice de forma tan seductora que olvido mi infantil juego con él y empiezo a parpadear tantas veces que seguro me veo como una loca. -Eh... ¿Te pasa algo?-
Me dan ganas de contestarle: «Sí, tú», pero la cagaría y bueno... Mejor no.
-¿Y bueno?- Vuelve a preguntar mientras entrelaza su mano con la mía y la jala para acercarme más a él. «Oh, santa madre de Dios...»
-Oh, lo siento. Sólo me he quedado admirando... ¡Tu gran idiotez!- Replico y me encamino hacia la salida del aula caminando indignada.
Volteo y veo en su cara estupefacta que no entiende en lo absoluto que ha pasado.
Y no puedo evitar soltar una risita.
***-¡Vamos, Ely! Tenemos que salir... So-cia-li-zar.- Exclama Mara en cuanto me niego a ir con ella a una de sus locas fiestas universitarias.
Con un golpe cierro la puerta de mi casillero y me encamino hacia la cafetería de la escuela con Mara pisándome los talones.
-Vamos, Mar... ¡Sabes que no me gusta ir! Además sabes que no sé bailar.- Termino diciendo entre susurros. -Y nada me queda lo suficientemente bien como para ir a pavonearse tal como lo haces tú.-
Mara es una figura perfecta con piernas largas, hoyuelos en las mejillas y un largo cabello castaño. Joder, ni porque es mi mejor amiga puedo evitar la envidia.
Y para mi desgracia, eso hace que yo tenga razón.
-¿Vas a empezar con eso de nuevo? Esto es de todos los fines de semana, Ely. Vamos, hasta me arriesgo a decir que eres bastante predecible.- Me lanza una mirada llena de desafío en sus ojos.
-Sí, puedo y voy a empezar con esto de nuevo.-
-¡Ay, POR-FAVOR! Deja ese cinismo tuyo y disfruta una vez, ¡Una jodida vez! De una fiesta junto a tu mejor amiga.- Me reclama con esa gran mueca rara que hace cuando se enoja. -Además, todos estarán lo suficientemente borrachos como para fijarse con quien follan... O bailan, claro.- Se corrige cuando ve que estoy por discutir.
-De acuerdo, de acuerdo. Sólo con una condición.- Sonríe al ver que está por ganar la discusión por primera vez.
-Con tal de que vayas.- Me guiña un ojo.
-Vísteme.-
-Disculpa, ¿Qué?- Se planta en medio del pasillo de forma repentina, haciendo que algunas chicas de primer curso choquen con ella.
-Quiero decir que me arregles. Digo, mira sólo como estoy ahora. ¡Parezco una foca friky!- Me señalo el cuerpo para que capte lo que digo.
-Ely...-
- No. No empieces Mar, ahora no. Ya sabes lo que pienso.- Empiezo a caminar para poder zanjar el tema.
Mara me alcanza fácilmente -Pues cómo no, con sus largas piernas quien no lo haría- poniendo una mano en mi hombro, haciendo que pierda el equilibrio al parar de esa forma.
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Acomplejada.
Teen FictionMi querido lector, si estás aquí buscando la historia de una chica suicida y antisocial, es tiempo que cierres esta página y andes a buscar algo más, por que no lo es. Odio el pensamiento de las personas que se cortan, que hacen daño a su cuerpo...