Habíamos construído un castillo,
un hermoso castillo.
Yo era tu reina y tu mi rey,
las hadas deseaban que contigo esté.
Pero un día comenzaste a echarlas,
a maldecirlas, a enfermarlas,
te advertí que sin ellas todo se derrumbaría,
y me lo prometiste ¡Las devolverías!
Mas no hiciste nada por traerlas,
y nuestro castillo se está derrumbando,
a mis hadas las terminé echando,
no soportaban verme junto a tí.
No me quiero arrepentir,
haré todo por traerlas,
espero mis lágrimas valgan la pena...
Pero saliste de aquí,
huiste de mi,
asesinaste mis hadas,
y decidiste venir.
No te diste cuenta,
que mis hadas,
eran mi amor por ti.
FIN
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Ilusión
PoetryEscritos sobre la ida, vuelta, nacimiento y muerte de mis ilusiones en vida