Un amor entre pociones #Wattys2016

Capítulo I : La familia Dumbledore

Dumbledore miraba por la ventana aburrido, su hermano como era costumbre estaba encerrado en su habitación y parecía no estar allí, su hermana estaba con su madre en el salón y su padre estaba entre las rejas de Azkaban, su inocente padre que solo intentaba proteger a su hermana.

Tocaron a la puerta. Kendra le dirigió una mirada cansada a Dumbledore, sus ojos estaban marcados por unas profundas ojeras. Llevaba tiempo sin poder dormir bien, a sus hijos no les había pasado desapercibido que tenía constantes pesadillas noche sí y noche también.

Albus fue hasta la puerta de roble y observó por el orificio quién era el invitado, Bathilda. Había llamado repetidas veces por teléfono, pero no había podido visitarlos hasta ese día pues se encontraba de viaje en Rumanía examinando las ruinas de la civilización Cleirón. Maniobró con el picaporte y recibió a la mujer.

-Buenos días, señora –dijo educadamente.

Se trataba de una señora bajita, algo rechoncha y de grandes ojos grises. Su cabello ya tenía unas cuantas canas. La mujer esbozó una sonrisa pequeña pero no le llegaba hasta los ojos.

-Hijo mío, ¿qué ha pasado?

Dumbledore no tenía ganas de repetir la anécdota otra vez. No se había comunicado con su padre desde que ingresó en Azkaban. Lo último que le había dicho fue muy claro: "Cuida de tu hermana, lo necesita"

-Eso se lo podrá explicar mejor mi madre, señora Basghot. Ariana, por las barbas de Merlín, está bien pero. . . en fin, al igual que mi madre, ha estado afectada por los últimos sucesos.

Cerró la puerta de roble y dejó pasar a Bathilda primero hasta dirigirla al salón.

La cabeza de Albus Dumbledore era en aquel momento un hervidero de pensamientos y recuerdos sucesivos , intentó oír desde su habitación la conversación de las mujeres del salón, tras unos cuantos intentos se dijo a si mismo que no hacía falta , sabía de lo que hablaban de lo ocurrido con su hermana y su padre , la familia de los Dumbledore no sería la misma a partir de ahora.

Lo notaba en la mirada triste y profunda de su pequeña hermanita, en los solitarios discursos de su hermano y las profundas ojeras de su madre, incluso era capaz de notarlo en sí mismo. Algo en él había cambiado, un profundo deseo de ayudar a su familia de ayudar a el mundo mágico a ser mejor, a mejorar.

Poco después de que la señora Bathilda se fuera su hermano se presentó en su habitación. Aberforth pasaba aún más tiempo estudiando todo lo que le permitía su mente, parecía que ahora era su principal medio de abstracción de la dura realidad.

-Aberforth.

Su hermano se acercó a él y lo rodeó con los brazos. Albus se quedó inmóvil un minuto, su hermano no solía ser cariñoso, estaba en su forma de ser.

-Él nos quería, hermano –dijo Aberforth.

-Lo sé –respondió devolviéndole el abrazo.

-Pero debemos de hacer que su esfuerzo no haya sido en vano, él está pagando por algo que no merece y lo menos que podemos hacer es cuidar de Ariana. Dumbledore, prométeme que pase lo que pase te encargarás que no le ocurra nada malo.

-Lo haré, hermano. Te lo prometo.

Ariana era en ese momento la mayor prioridad para la familia Dumbledore.

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Esperamos que os haya gustado. Llevamos con este proyecto bastante tiempo y nos hacía ilusión traerlo.

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¡Nos vemos en el siguiente capítulo! ¡Un beso! :)

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